A excavar fuera de la Patagonia. Las autoridades del Ministerio de Salud, bajo el mando de Ginés González García, plantaron una denuncia en la Justicia federal contra el anterior elenco del macrismo, cuando la cartera había sido degradada a Secretaría y la encabezaba Adolfo Rubinstein. “No somos todos iguales. Por eso lo denunciamos”, le espetó el jefe de gabinete del área, Lisandro Bonelli, al ex secretario: la presentación es por una diferencia de más de 53 millones y medio de pesos pagados presuntamente de más a laboratorios privados. En medio de la pelea contra la pandemia de coronavirus, las autoridades de Salud del gobierno de Alberto Fernández quieren saber si a esa diferencia se fue por la famosa “canaleta de la corrupción”, y si así fue, que se castigue penalmente a los responsables.
El sitio Data Clave dio cuenta de la batalla judicial que se estaba por abrir entre la gestión de González García y la de Rubinstein. El ministro Ginés firmó la resolución para iniciar acciones legales por una renegociación sospechosa en precios de medicamentos con el laboratorio Bagó. El pago final, según relatan las actuales autoridades sanitarias, se obló con una diferencia de $3.367.734 por encima de la cifra pactada originalmente con la empresa. La denuncia cayó en el juzgado de María Servini, con intervención del fiscal federal Eduardo Taiano.
Al darse por enterado, el ex secretario Rubinstein no se sintió complacido con la búsqueda de transparencia: en cambio, replicó que la denuncia era “una vergüenza”, y desafió: “Quieren embarrar, no tiene ningún sentido. No somos todos iguales”.
El ex funcionario atribuyó la diferencia que se acerca a los 3 millones y medio de pesos a la devaluación del peso respecto del dólar, otra arista que también deberá cotejarse en la investigación.
Y el actual funcionario Bonelli, quien tomo conocimiento que la diferencia con Bagó no es la única ni la mayor, respondió al desafío vía Twitter: “Como no somos iguales, decidimos denunciarlo por defraudación contra la administración pública, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”.
Canaleta o cañadón
“Durante la gestión de Cambiemos, Rubinstein autorizó a algunos laboratorios a renegociar precios después de haber ganado sus licitaciones”, dio cuenta Bonelli. Y así se explicó que la denuncia, además de Bagó, incluye a las firmas Fareval, Novartis Argentina y Klonal, todas por maniobras similares. El excedente de dinero que se le pagó a los laboratorios, dice Bonelli, alcanza $53.607.398.