Por: Leonardo Coscia / Noticias Argentinas
La muerte de la modelo y conductora Patricia Miccio trajo nuevamente a los primeros planos de la escena la incidencia del cáncer de mama y si bien los especialistas destacan hasta el cansancio que los controles son indispensables, el 35 por ciento de las argentinas no se los hacen.
De acuerdo con las cifras brindadas por los propios médicos. por año se diagnostican entre 15.000 y 18.000 nuevos casos de cáncer de mama. Las estadísticas muestran que 300 mil mujeres mueren anualmente en el mundo, 1 de cada 8 mujeres lo padecerá en algún momento de su vida, y 1 de cada 25 morirá a causa del mismo aún cuando es curable en más de un 90 por ciento de los casos si es detectado a tiempo.
Juan Isetta, miembro del Departamento de Patología Mamaria de Halitus Instituto Médico, recordó que el cáncer de mama “es la primera causa de muerte por cáncer entre la población femenina” y destacó que “se produce por un crecimiento anormal de las células de este tejido”.
“El cáncer se aborda desde la información y la detección precoz. Más tempranamente se diagnostique, mayores serán las chances para las pacientes. Es por eso que se insiste en difundir y explicar aquellos factores de riesgo que deben tenerse en cuenta para tomar recaudos a tiempo”, explicó Isetta.
Entre los factores considerados “no modificables”, el experto destacó: ser mayor de 40 años, presentar antecedentes personales de cáncer de mama u ovario o antecedentes familiares de cáncer de mama, mutaciones genéticas, tener una menarca precoz (menstruación antes de los 12 años) o una menopausia tardía (mayor de 55 años) y, tener una biopsia previa que muestre hiperplasia atípica o carcinoma in situ.
Por otro lado, remarcó como factores “modificables” consumir más de una copa de alcohol diaria, sufrir de sobrepeso, concebir el primer hijo después de los 30 años o no tener hijos después de esa edad, usar terapia de reemplazo hormonal por más de 5 años, estrés y, sedentarismo. Isetta explicó que la detección temprana “depende fundamentalmente de la realización de estudios periódicos” y añadió que “los exámenes de diagnóstico son el auto examen, el examen clínico realizado por el médico, la mamografía, y la ecografía”.
“Otros estudios como la resonancia magnética nuclear tienen un uso más restringido y adecuado a cada caso y al criterio médico en particular (estudio de prótesis, sospecha de recidiva de cáncer), no siendo un estudio de rutina”, manifestó el especialista. El médico comentó que los exámenes clínicos y las mamografías “son herramientas muy útiles para la detección precoz del cáncer, y cuanto más temprano sea el diagnóstico, mayores serán las posibilidades de curación”.
“Por esto se recomienda realizarse el auto examen una vez por mes a partir de los 20 años, hacer un examen médico cada 2 o 3 años si la mujer tiene entre 20 y 35 años, y anual o semestral si es luego de los 35 años. Además, realizar una mamografía cada dos años entre los 35 años y hasta los 40 años. Luego repetirla una vez cada año”, dijo.
Además, el médico explicó que “la edad no es una razón para suspender los controles, estos controles son de por vida” ya que “ésta es la mejor arma de prevención”.
En cuanto a los tratamientos que se utilizan en la actualidad, el profesional puso de relieve que “tienen que ver con cada paciente en particular”, aunque aclaró que, en líneas generales, “se ha avanzado mucho y se sigue investigando en busca de identificar los grupos cada vez más pequeños dentro de esa enfermedad. De esta manera, se podrá brindar una terapéutica lo más específica posible para cada caso. La recomendación es: información, atención a los factores de riesgo y consulta médica”, concluyó.