El canciller Héctor Timerman aseguró hoy que «desde el primer día tras el arresto de los dos jóvenes», activistas de Greenpeace, «Argentina estuvo en permanente contacto con la familia y envió un funcionario diplomático al puerto en el Ártico para tomar contacto con ellos».
«No vamos a dejar de hacer absolutamente nada para que los jóvenes se sientan protegidos por su país, Argentina. Es un derecho humanitario y un deber asistir a los jóvenes y sus familias», dijo el canciller por la Televisión Pública.
Timerman contó que «desde el primer día tras el arresto de los dos jóvenes, Argentina estuvo en permanente contacto con la familia y envió un funcionario diplomático al puerto en el Ártico para tomar contacto con los argentinos. Fuimos el primer país en hacerlo».
El funcionario diplomático enumeró todas las acciones que realizó la Cancillería y aclaró que este procedimiento se hace en el marco del Programa Argentinos en el Extranjero.
«Yo recibí a la familia y le he pedido al gobierno de la Confederación Rusa que por razones humanitarias les permitiera a los jóvenes el contacto telefónico con sus familias», contó el canciller.
Además, Timerman informó que fue contratado un abogado «no para que lleve el caso en nombre de Argentina sino para que estudie la causa y nos diga si los abogados que están a cargo de la misma están llevando bien el caso».
«Permanentemente elevo un informe a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con los casos de argentinos que están fuera del país y necesitan de nuestra asistencia» y puso como ejemplo que en la actualida también se están ocupando de «una chica presa en Nepal y un joven que tuvo una dificultad en Ecuador».
El funcionario aclaró que la asistencia de Argentina se realiza «siempre respetando las leyes del país donde ocurre el hecho» y que «hay un límite para esa asistencia que lo marca el derecho internacional».
«No avalamos las políticas de Greenpeace pero es nuestro deber asistir a las víctimas porque están pasando un mal momento y es lo que hacemos en todo el mundo con los argentinos que lo necesitan. Lo hicimos con los argentinos cuando (el escape radioactivo) Fukiyama, lo hicimos en Siria y en Egipto», concluyó.
Los hechos por los cuales fueron acusados los ambientalistas ocurrieron el 19 de septiembre, cuando intentaron escalar la plataforma petrolera ubicada en el Artico para alertar sobre el peligro que la actividad implica en esa zona, rodeada de tres reservas naturales.
Por el hecho fueron apresados los 30 activistas de Greenpeace entre ellos dos argentinos, Camila Speziale, quien hoy fue acusada de «piratería», y Hernán Pérez Orsi.