“Cada día el aceite ayuda a mejorar la salud de la gente que la necesita y debería ser regulado adecuadamente”. Las palabras no son de un activista en cannabis sino del presidente Alberto Fernández que este martes daba una entrevista con el sitio Revolución Popular. Pero mejor que decir es hacer. Por eso, un día más tarde el ministro de Salud Ginés González García, junto a su equipo, presentó un borrador de la nueva reglamentación de la ley de cannabis medicinal en la que vienen trabajando desde diciembre.
A través de una videoconferencia con las organizaciones cannábicas, de profesionales de la salud, investigadores e investigadoras con quienes vienen trabajando, el ministro entregó punto por punto los artículos y les pidió que opinen. En Rosario, Soledad Pedrana, integrante de Aupac, una de las organizaciones, lo escuchaba y sentía que detalles más, detalles menos, el nuevo proyecto superaba los problemas del anterior. En diálogo con El Ciudadano, dijo: “Vamos hacia garantizar el acceso y poder investigar”.
El norte
Según contaron desde Aupac, la nueva reglamentación irá a la firma del presidente para anular la anterior, que desde 2017 dejó a muchas personas afuera de la posibilidad de tratarse con cannabis sin temer una pena de entre 4 y 15 años de prisión, según la actual ley de drogas.
La normativa, promulgada durante el macrismo, respetó el ya corto listado de enfermedades que permiten usarlo y mantuvo la prohibición del cultivo personal. Solo quienes tuvieran epilepsia refractaria o estuvieran en el programa nacional de cannabis medicinal –al cual en 2019 le había dado mil pesos por día para funcionar a nivel país– podían acceder al aceite de cannabis importado, ya que no hay producción nacional. El resto de las personas quedaban en riesgo de un allanamiento policial y lo que defina el Poder Judicial.
Desde antes de la ley muchas personas van al cannabis para resolver otros padecimientos y mejorar la calidad de vida. En particular, los adultos y adultas mayores que sufren problemas de sueño, dolores crónicos, depresión y falta de apetito, y tienen un aparato digestivo que no tolera las pastillas tradicionales. La necesidad y la restricción de Nación hicieron que vayan al mercado negro o a quienes cultivan y producen de forma solidaria, pero sin la seguridad de un producto testeado.
Puntos
El borrador de la nueva reglamentación «modelo 2020» define que será autorizado el cultivo personal y en red de cannabis a quienes usan, investigan o a quienes están dentro del programa nacional de cannabis medicinal. Aún no definieron –si es que lo hacen–, cuántas plantas puede tener cada persona o red. Siempre con la prescripción médica, la persona que no puede o quiere cultivar podrá comprar en farmacias habilitadas o importarlo. Si no tiene obra social, el Estado deberá proveerlo de forma gratuita. Parte de esas ideas estaban en un proyecto de la diputada Carolina Gaillard, quien en enero se había reunido con organizaciones y autoridades nacionales.
Cómo será la nueva reglamentación del cannabis de uso medicinal en la Argentina
Soberanía
La nueva reglamentación, según explicaron desde las organizaciones, va a garantizar el acceso y para eso necesita de dejar de depender de la producción importada. La prioridad, siempre según dijeron desde el Consejo Consultivo Honorario, serán los cultivos estatales y la producción en laboratorios como el LIF de Santa Fe desde donde hace años intentan que Nación les habilite a hacer aceite. Semanas atrás, en la capital provincial ingresó un proyecto para hacer un cultivo comunitario de gestión estatal con organizaciones.
Argentina federal
En diálogo con El Ciudadano, Soledad Pedrana, de Aupac, una de las 6 organizaciones cannábicas del Consejo, donde también hay representantes de universidades, Conicet, entre otros actores, opinó que este borrador significa un mensaje claro para quienes legislan en la Cámara de Senadores de Santa Fe donde en breve entrará el proyecto para abastecimiento de cannabis medicinal que ya tuvo media sanción en la cámara baja. “Es muy importante para el debate que darán”, dijo.
Para Pedrana, desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández, el trabajo fue constante, aun cuando la pandemia obligó a seguirlo en la virtualidad, y abrió el juego a la participación de más organizaciones en el país. Hay más de 40 en Argentina y este consejo sumó más representantes de organizaciones que no somos de Buenos Aires. Es un ministerio que escucha y apunta a una mirada federal”, explicó la integrante de Aupac.
Nuevo llamado
A la espera de más detalles, la mirada vuelve nuevamente a quienes trabajan en la salud. Sin profesionales que prescriban no habrá permisos, licencias o ingresos a programas de investigación. Solo como ejemplo en 2018 la obra social Iapos tramitó recetas por aceites de cannabis de 22 de los y las 18 mil profesionales de la salud. Tal vez la nueva reglamentación traiga otros números.