Walter Néstor S. se presentó en los primeros minutos de este sábado en la comisaría 19ª para declarar que horas antes, alrededor de las 21.40 de anteanoche, le había disparado a su vecino Carlos Gabriel Temporelli, de 25 años, y alegó que lo hizo porque estaba harto de que el joven, quien falleció por los balazos y vive en el mismo barrio, lo molestara a él y al resto de los habitantes de la zona, según contaron voceros policiales. El hombre quedó detenido. Su hijo se presentó poco después en la seccional para entregar el arma con la que se presume fue la agresión, un revólver calibre 32 milímetros, agregaron desde la Fiscalía.
“Soy el autor del atentado de Magallanes y Uruguay. El tipo me vivía molestando, como a todos los vecinos”, dijo en la comisaría Walter, de 57 años, apenas se presentó y de acuerdo a fuentes policiales. “Estaba con mi familia en la vereda y vino con una botella de vidrio cortada cuando estaba mi nietito presente”, detalló enseguida el hombre –de acuerdo a lo informado por voceros policiales– sobre el último de los incidentes, el que lo llevó a reaccionar de forma violenta.
La víctima fue trasladada al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) por una ambulancia del Sies con tres heridas de bala en el pecho y en grave estado. Ingresó alrededor de las 22 de anteanoche. En ese marco, pasada la 1 de este sábado los médicos del centro de salud comunicaron que había fallecido en la sala de operaciones.
El recién designado fiscal de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti se hizo cargo del caso, el segundo homicidio que debe investigar con pocas horas en el cargo tras el de Edgardo Ezequiel “Chucky” Frutos, perpetrado el jueves en Granadero Baigorria junto a la desaparición seguida de muerte de Carlos Orellano tras ir a bailar al boliche Ming River House, de La Fluvial.
El fiscal ordenó las medidas de rigor en estos casos, como el peritaje al arma, un revólver calibre 32 con seis alojamientos en el tambor pero sin cartuchos en los mismos que entregó en la misma seccional 19ª el hijo de Walter, a su pedido, según indicaron los voceros judiciales.
Saldutti también solicitó el dermotest y un informe médico y psiquiátrico del autor de los balazos que terminaron con la vida del joven.
El personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que arribó al lugar del homicidio no halló cámaras de videovigilancia cercanas. Tampoco pudo recabar testimonios concretos de otros vecinos. Los consultados apenas dijeron que escucharon las detonaciones y vieron a la víctima desplazarse herida antes de caer.
Fuentes policiales agregaron que entrevistaron a familiares de Temporelli –sus padres–, que señalaron desconocer qué había pasado.
El cuerpo de Temporelli fue derivado al Instituto Médico Legal (IML) para la autopsia. La audiencia imputativa al hombre que admitió ser el autor de los disparos fatales está prevista para el lunes en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
En tanto, fuentes relacionadas a la investigación detallaron que Carlos Temporelli trabajaba como cuidacoches en la zona del Centro de Justicia Penal de Rosario. Agregaron que sobre él pesaba un pedido de captura emitido por el Juzgado Federal 3 de Rosario por infracción a la ley de estupefacientes, aunque los voceros de la justicia federal no corroboraron si continuaba activo. También cargaba con una denuncia por agresión formulada en abril de 2018. Su pareja de entonces, de 29 años, debió ser trasladada al hospital Carrasco con lesiones en varias partes del cuerpo. La joven declaró a los policías que acudieron a su vivienda que Temporelli la había golpeado reiteradas veces con un ladrillo.