La Temporada del teatro El Círculo sigue dando gratas sorpresas a todos los rosarinos en la continuidad de una programación de lujo que, en su décima función de abono que se realizará el jueves a las 20.30, ofrecerá la primera audición local de Mahagonny Songspiel, una cantata escénica, escrita por el compositor Kurt Weill y el dramaturgo Bertolt Brecht en 1927.
El elenco estará integrado por las sopranos Victoria Gaeta y Cecilia Pastawski, los tenores Pablo Pollitzer y Santiago Burgi, y los barítonos Mariano Fernández Bustinza y Juan Pablo Labourdette.
La producción contará con dirección escénica de Marcelo Lombardero, el diseño escenográfico de Noelia González Svoboda, diseño de vestuario de Luciana Gutman, y dirección orquestal de Ulises Maino.
Una historia que se resinifica
Nacidos en Alemania, de donde tuvieron que escapar, Weill y Brecht crearon juntos varias obras en la Europa de los años 20 y 30. Representaron lo que el nazismo rechazó y fueron un símbolo de ideas políticas revolucionarias y de innovaciones artísticas.
Mahagonny en Estados Unidos es una gran ciudad imaginaria donde la felicidad es puro simulacro y donde se desprecia la solidaridad y la justicia. “La decadencia de la sociedad burguesa se refleja en los seis poemas de Brecht intercalados con interludios musicales de Weill. Sus protagonistas llegan a la metrópoli moderna en busca de una felicidad que se puede comprar. Falso, efímero, el bienestar cede ante el individualismo exacerbado y el sálvese quien pueda; y el final no es otro que la debacle y el caos”, se expresa a modo de sinopsis argumental en el programa de mano que se entregará el jueves. Y en relación a la vigencia de la crítica al capitalismo que hace la obra, se expresa que la potencia dramática y la música con aires contemporáneos y de jazz “la vuelven inoxidable”.
“El amor como mercancía –prosigue enumerando–, el burdel y las prostitutas sumados al juego compulsivo y al encuentro con Dios, conforman el paisaje de una pieza punzante que ayudó a renovar el teatro musical. Es la punzante metáfora con la que el dramaturgo alemán denuncia la decadencia moral de occidente. Por eso Mahagonny puede ser cualquier ciudad, porque en realidad es la representación de la cloaca del capitalismo, el lugar adonde van los sueños y las esperanzas de los hombres que buscan oro y obtienen barro”.
El prisma Lombardero
“Mahagonny… es una obra de una gran vigencia estética, ética y política. Una pieza atípica compuesta por la dupla única de Weill–Brecht, quienes trabajaron poco juntos pero lo que produjeron resultó de una potencia tremenda, al punto de cambiar la manera de pensar el teatro musical”, opinó Marcelo Lombardero, un innovador en la dirección que, algunos recordarán por ser quien dirigió la singular puesta de Don Giovanni de Mozart, en 2016, también en El Círculo.
Como en aquella puesta, en Mahagonny Songspiel, el director le hace un guiño al espectador para que se reconozca en sus medios y consumos culturales pero al mismo tiempo lo confronta con su estilo de vida para, desde allí, mostrarle los placebos del mundo y hablarle de la crisis de sentido en las sociedades actuales.
“La puesta escénica de Marcelo Lombardero pone en evidencia la turbadora vigencia del texto brechtiano, recreando de un modo original el espíritu del cabaret berlinés de los años veinte, un espacio en los márgenes donde era posible la crítica social y la libertad sexual, que hoy llamaríamos «el under«”, describe el libreto curatorial.
En su acto creativo Lombardero apuesta a romper las convenciones de la ópera y se aleja de los lugares comunes para expresar un cuadro de contundencia dramático con la actitud provocadora de quien posa su aguda y descarnada reflexión sobre el hombre, el poder, el dinero, el sexo, la religión, el amor y la violencia, temas que lo obsesionan.
“Mahagonny contiene una crítica a la sociedad capitalista vista desde los años 20 pero que tiene una enorme vigencia y actualidad. Admite una lectura política, claro, porque hay un fuerte contenido moral, de una moral comunista, con una herencia romántica y la posibilidad –idílica– de un mundo mejor”, explicó Lombardero. Y destacó que esa crítica visión del capitalismo vista desde los años 20 “hoy se resignifica de una manera desesperanzada ante la hegemonización del sistema”.
La batuta de Ulises Maino
El joven director de apenas 28 años de edad será el encargado de dirigir una orquesta formada con alguno de los más prestigiosos músicos del panorama argentino actual. Maino, quien a los 23 años ya era el director más joven en la historia de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, estudió piano con el rosarino Aldo Antognazzi antes de recibirse en el Conservatorio de Música Manuel de Falla.
En Rosario dirigirá, entre otros, a Iván Rutkauskas, el prestigioso pianista que recientemente visitó El Círculo como invitado de la Orquesta Estable del Teatro Colón y que forma parte de este ensamble conformado para la ocasión junto a Claudio Devigili (guitarra); Gustavo Di Giannantonio y Albertina Conde (violines); Ariel de Vedia, Juliana Sivila, Edgardo Gómez y Pablo Devadder (clarinetes, saxos); Emiliano Zamora (flauta); Marcelo Romano y Jonatan Bravo (trompetas); David Castro (trombón); Martín Rodríguez (timbales); y Martín Mendoza (percusión).
Para agendar
La cantata escénica «Mahagonny Songspiel» tendrá su presentación este jueves, a las 20.30, en el teatro El Círculo de Laprida y Mendoza, con dirección de Marcelo Lombardero y dirección orquestal de Ulises Maino.