Se veía venir que algo pasaría. Y pasó. Numerosas instituciones declinaron la posibilidad de jugar en la presente edición del Torneo Federal. La determinación de la CABB de que no pierdan la plaza aquellos que no participen, sumado a una serie de gastos que se incrementan por la pandemia, se confabularon para que en todas y cada una de las regiones la deserción sea alta.
De los anotados de la Rosarina, Sportsmen le confirmó en la voz de Cristian Le Bihan a El Hincha que no jugará (al menos en estas condiciones), mientras que Atalaya respondió en la mañana de este jueves a la consulta por intermedio de su presidenta Sol Nieto, quien informó que no se continuará el proceso de inscripción pero que primero quiso charlarlo con los jugadores. Ambos coincidieron en que el momento de encarar económicamente este torneo en estas condiciones no sería prudente para sus clubes.
Náutico se anotó pero quiere esperar a la reunión del viernes con la CABB para tener más precisiones. Extraoficialmente se ponían en duda también a Santa Paula y Sportivo Las Parejas. Y eso sólo de los de aquí.
Timbués y Gimnasia también se anotaron y siguen en carrera a la espera de las noticias del viernes.
En los últimos días había quedado en evidencia que el mensaje de la Confederación Argentina de Básquet sobre las condiciones para jugar el Torneo Federal no había sido claro, o al menos no había llegado de manera cristalina a los clubes. Es que en cada una de las reuniones los más de 80 inscriptos en el primer proceso se encargaron de plantear dudas, pedidos y sugerencias, condicionando y supeditando su participación a diferentes situaciones. Se les endulzó mucho lo oídos en la previa y la realidad del momento y las necesidades para jugar en un certamen nacional en pandemia eran bastantes más crudas que las que se planteaban en el inicio.
Pero el detonante fue asegurar que aquellos que se habían anotado tenían la plaza segura para octubre. Ahí muchos perdieron el temor y prefirieron guardar sus cartas para cuando la situación sea más favorable. Más allá de que algo de especulación pudo existir en los dirigentes para preinscribirse, ver cómo veía la mano y lograr este pasaje a octubre, es la Confederación Argentina la que debe guiar a las instituciones y da la impresión de que las vueltas fueron demasiadas y cuando se decidió a apretar, la situación se fue de las manos.
El tema es que en el medio hay jugadores y entrenadores (y árbitros y mucha más gente) que pierden lugares de trabajo. Un detalle que parecía importar en un principio, pero que a la luz de lo sucedido no era tan determinante.
¿Cómo sigue? Los clubes tenían que ingresar al sistema y anotarse, además de abonar una parte de la inscripción. El plazo cerraba el miércoles pero se sabe que en este tipo de idas y vueltas pueden existir recovecos administrativos para que alguno llegue fuera de término. Y una vez que la CABB analice el listado de los que cumplieron comunicarán la fecha de inicio y zonas. Sería el viernes. Algunos dicen que si la merma es tan grande como parece, las distancias y gastos se incrementarían, por lo que incluso el torneo podría estar en duda.
Qué pasará es toda una incógnita.