En tres años, 140 mil estudiantes y docentes de escuelas secundarias y nivel superior aprendieron las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) a través de los cursos dictados por el Ministerio de Educación provincial.
“La escuela como institución social es uno de los ejes de la política educativa santafesina. Que nuestros alumnos aprendan estas técnicas de RCP que podrían en alguna ocasión salvarle la vida a algún compañero, familiar o alguna persona en la calle hasta que llegan los servicios de emergencia es inculcarle a los chicos valores de ciudadanía y de solidaridad en una sociedad cada vez más individualista”, señaló la ministra de Educación Claudia Balagué, quien junto a su par en Salud, Andrea Uboldi, reconocieron a una estudiante de Enfermería de la ciudad de Santa Fe que atendió a un hombre que sufría un paro cardíaco.
Balagué destacó que hasta el momento 139.218 estudiantes de los últimos dos años de las escuelas secundarias y del último año del nivel superior, junto a los docentes de las instituciones, recibieron cursos de técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP), desobstrucción de vías aéreas y uso del desfibrilador externo automático (DEA) en toda la provincia.
“Los chicos son los agentes primordiales para incentivar buenas prácticas. Lo vemos con la educación ambiental y vial, con la ESI, con los libros de Tertulias Literarias que promueven la lectura, con los consejos de convivencia, y con pedagogía emprendedora. Aprenden valores en la escuela y los llevan a sus hogares y a sus barrios. Tiene que ver con una escuela activa, que quizás no se visibiliza tanto, pero que está en la cotidianeidad de cada día”, agregó Balagué.
Salva vidas
Anabella Meconi es docente de matemáticas en la escuela secundaria N° 600 de Carrizales y en la escuela de Comercio de Totoras, donde reside con su familia. Cuando su hijo tenía diez meses le diagnosticaron espasmos de sollozos.
“Hacía apneas y dejaba de respirar. La primera vez le hice respiración boca a boca y fuimos rápido a urgencias. Cuando tuvimos el diagnóstico fuimos con mi marido, y la niñera a hacer un curso de RCP. Más tarde volví a ver la técnica en la escuela de Carrizales donde repasé este recurso que debía aplicar en mi hijo cada vez que tenía un episodio. Ahora él ya está bien”, contó la docente. Para ella, conocer la técnica fue importante y consideró que es muy bueno enseñarla a los estudiantes en la escuela. “Pueden aplicarla con algún hermanito o ante algún posible accidente en una pileta. Mi bebé dejó de respirar cuando le estaba cambiando el pañal y supe cómo actuar para salvarle la vida”, señaló.
Valentina Spalletti vive en Cayastá y está por terminar el profesorado de Educación Física en el ISEF N° 27 de Santa Fe. Recordó cuando en la escuela secundaria rescataron a una compañera que se estaba ahogando con un caramelo durante un recreo. “Al principio pensábamos que nos hacía una broma y nos reíamos, pero de pronto vi que se ponía blanca. La llevé aparte, la abracé por atrás y empecé a hacer presión. Una compañera me ayudó a presionar con más fuerza y ella pudo escupir el caramelo. Quedamos todos muy asustados”, contó Valentina.
La joven dijo que pudo actuar porque ese año habían visto el tema en la escuela. “Creo que un episodio así lo puede tener cualquiera en su casa, en la escuela, en el club, o en la calle y es importante saber actuar. Cuando ingresé al Isef una chica sufrió un síncope y unos compañeros le practicaron RCP hasta que llegó el servicio de emergencia. Le salvaron la vida”, agregó.
Agradecida
Inés Gómez es una estudiante de la carrera de Enfermería de la ciudad de Santa Fe. Durante las prácticas finales en el servicio de emergencia SIES 107, atendió a un hombre que estaba sufriendo un paro cardíaco.
“Sinceramente estoy muy emocionada con todo lo ocurrido. Siento que hice lo que tenía que hacer. Fue una práctica de enfermería acelerada”, señaló Gómez, la joven de 41 años a quien le quedan dos materias para terminar la carrera.
En qué consisten
Emilia Algalarrondo, referente provincial del Programa “RCP en las Escuelas”, detalló que los cursos consisten en cinco videos sencillos. Hablan de prevención y cuidados de la salud, presentan un instructivo sobre desobstrucción de las vías aéreas y sobre cómo se usa el desfibrilador externo automático y cómo se hace RCP.
Los estudiantes ponen en práctica la técnica con unos torsos (muñecos) en los que aplican RCP al ritmo de un tema musical que puede ser la Marcha de San Lorenzo o el tema “Stayin’ alive”. Ambos tienen un “tempo” musical que permite lograr de 100 a 120 compresiones por minuto, que es lo que requiere la técnica.
“Tenemos una recepción increíble de las escuelas que están muy predispuestas. Los chicos se enganchan enseguida y luego se sacan fotos con los muñecos. Tenemos una demanda importante y la gente pide que vayamos”, señaló Algalarrondo, y dijo que en 2018 llegaron con los cursos al 80 por ciento de los establecimientos públicos secundarios y de nivel superior de la provincia.