La capitana de barco alemana Pia Klemp y otros miembros de su tripulación rescataron a miles de inmigrantes de morir ahogados en el mar Mediterráneo. En el verano de 2017, su barco, el Luventa, fue secuestrado en el puerto de Lampedusa, en Italia. El motivo: fomentar la inmigración ilegal. Ahora Klemp se enfrenta a un juicio que podría terminar con una condena de «hasta 20 años de prisión y multas horrendas», según le informó su abogado y tal y como cuenta la capitana en una entrevista en el diario alemán Basler Zeitung. «Estamos ante un juicio que se ha convertido en un espectáculo de un año de duración», recriminó Klemp a las autoridades italianas.
La capitana asegura que tiene intención de llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, Francia, si tuviera que hacerlo. «No espero una condena. Y si tenemos que ir a Estrasburgo iremos. Me niego a creer que vivimos en una Europa a la que tienes que ir a la cárcel para salvar vidas necesitadas», manifestó en declaraciones en el citado diario. Según la emisora pública alemana WDR , a través del trabajo del barco de Klemp y el Sea-Watch 3, se ha ayudado al rescate de más de 1.000 personas en riesgo de ahogarse en botes inseguros mientras intentaban cruzar a Europa en busca de un mejor vida.
Si el gobierno italiano ya era poco amistoso con los inmigrantes, aún lo es menos tras la llegada en junio de 2018 del ministro del Interior y viceprimer ministro, Matteo Salvini, del partido de la extrema derecha de la Liga, quien prometió una represión como nunca antes se había visto. «Tengo intención de denunciar por favorecer la inmigración clandestina a cualquiera que dé la disponibilidad para que desembarquen los migrantes desde un barco fuera de la ley», aseguró Salvini el mes pasado después de que el fiscal de Sicilia autorizara el desembarco de los 48 migrantes del barco Sea Watch.
Klemp no culpa solo al gobierno italiano de esta situación, sino que lo considera un fracaso de la Unión Europea. «La UE necesita recordar sus valores tan aclamados: los derechos humanos, el derecho a la vida, una solicitud de asilo y el deber de los marinos de rescatar a las personas de la angustia. Incluso si esto va en contra de demagogos como Salvini», señala.
Más casos de activistas acusados
La española Helena Maleno también fue acusada por llamar a Salvamento Marítimo o la Marina Marroquí para dar aviso de una patera –embarcación precaria en la que se traslada a los inmigrantes– en dificultades en el Estrecho. Incluso se enfrentó a la posibilidad de la cadena perpetua. Finalmente, el Tribunal de Apelaciones de Tánger dio carpetazo el pasado mes de marzo a la causa que el país árabe abrió en 2017 contra ella.
Maleno comenzó a ser investigada en 2012 por la Policía Nacional española. En 2016 el informe policial a la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Pero en abril de 2017, la Fiscalía archivó el expediente, afirmando que «de lo investigado no se deduce nada delictivo». Pese a ello, la Policía española envió en 2017 toda la información a Marruecos, que decidió abrir una causa contra ellas en los juzgados de Tánger.