El bochornoso escape de ocho internos de la unidad Penitenciaria N° 11 de este domingo dejó en evidencia el deficitario sistema de seguridad de una cárcel catalogada de máxima seguridad. Con un grupo de unas tres personas que sirvieron de apoyo externo con armas de grueso calibre como ametralladoras y con la utilización de una amoladora cortaron los cercos perimetrales se fugaron 8 internos del pabellón 14. La secuencia quedó registrada por otro interno que iba relatando el escape y mostrando cómo los internos que estaban en el patio tiraban piedras hacia el centinela mientras se escuchaban disparos. De los ocho evadidos tres fueron recapturados y ahora hay pedido de captura internacional para cinco de ellos entre los que se encuentra Claudio «Morocho» Mansilla, quien transitaba un juicio por el doble homicidio de Leonel “Ozuna” Bubacar y Kevin Neri cometido en 2018 en Villa Banana y fue imputado por pagar 100 mil pesos desde la cárcel para matar en abril pasado a un joven de 21 años.
Atacaron desde afuera la cárcel de Piñero para provocar una fuga masiva
Tras la fuga que se cometió a las 17.20 de este domingo y duró segundos, se supo que no hay cámaras de seguridad en el perímetro de la cárcel y los 200 metros de campo que separan el primer alambrado de la edificación tiene cuatro cámaras de seguridad de las cuales tres no andan hace años, contó el fiscal Franco Carbone en una conferencia de prensa. La cinematográfica evasión de los ochos presos de los 15 que estaban en el patio, contó con el apoyo externo de tres personas que dispararon contra los centinelas mientras uno de ellos abría camino entre los alambrados con una amoladora, circunstancia en la que fue alcanzado por las balas y murió en el lugar, aunque su actuación fue clave para el escape. Este hombre fue identificado como Walter Soraire, de 30 años. Tras la huida, todos se subieron a un mismo auto, indicó el fiscal y sumó que luego fueron haciendo postas.
Dos de ellos fueron detenidos este lunes por la madrugada tras una persecución a un auto que conducía una mujer que fue ubicado por un operativo en la ruta 14 y finalmente alcanzado en Cabín 9. Sergio Martín Cañete, de 35, y Joel Isaías Rojas, de 25, estaban en el baúl del auto. Este lunes por la tarde cayó el casildense Antonio Schmittlein, de 40, en un camino rural de ubicado entre las localidades de Carmen y Murphy. Iba en una camioneta Volkswagen Amarok conducida por un hombre oriundo de Venado Tuerto, quedó detenido por encubrimiento.
Entre los cinco prófugos está Claudio “Morocho” Mansilla, de quien los investigadores sospechan fue uno de los ideólogos del plan para concretar la fuga y creen que pudo haber cruzado a Paraguay por los vínculos que mantiene con personas de ese país a raíz de la venta de estupefacientes. Además, el fiscal Carbone investiga la hipótesis de que Mansilla tiene un alto poder económico que posibilitaría mantenerse prófugo.
Un portavoz de la pesquisa recordó que la pareja de Mansilla, Jésica Daniela «Fea» González, cumple prisión domiciliaria en una vivienda de la localidad de Capitán Bermúdez, que fue allanada en abril del año pasado como lugar de provisión de drogas de una banda narco que revendía en Venado Tuerto. González, además, fue baleada en esa vivienda en febrero pasado y los investigadores la ligaron a otra organización criminal cuyo jefe está preso en la cárcel Piñero, René «Brujo» Ungaro.
Los otros cuatro evadidos son: Alejandro Candia, Ezequiel Romero, Daniel Piscione y Martín Alejandro Cartelli.
Para los cinco, el fiscal pidió la captura internacional y alertó a Migraciones sobre las fronteras.
Por su parte, el director de la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe, comisario Carlos Zoratti, indicó este martes que los operativos para dar con los evadidos se intensificaron. “Hay operativos cerrojo en el Departamento Rosario y alerta en toda la provincia”, contó Telám según declaraciones del jefe policial a Radio 2.
El Morocho Mansilla, el perfil de un hombre que afrontaba un juicio por doble homicidio