El yerno de Ariel Cantero fue detenido ayer a la tarde en Caña de Ámbar al 1700 por estar sindicado como el autor del crimen de Eduardo Sebastián Oviedo, un joven de 20 años asesinado a principios de marzo pasado en la plaza Las Heras, de barrio Saladillo. El muchacho de 26 años ya había sido demorado en los primeros allanamientos que se hicieron en barrio La Granada en mayo de 2013 y que dio origen a la megacausa Monos.
El 3 de marzo pasado, la víctima estaba en la plaza Las Heras cuando alrededor de las 16 un auto se le puso a la par. El conductor se ubicó, sacó un arma por la ventanilla y abrió fuego. Oviedo recibió impactos en tórax y en el costado derecho del cuerpo. Hizo unos pasos y se desplomó casi en la esquina de Regimiento 11 y pasaje Diamante, de la zona sur. Tras el ataque, el conductor se perdió de vista y el herido fue trasladado por el Sies hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde arribó sin vida.
El crimen quedó a cargo de la fiscal Georgina Pairola, quien derivó la investigación a la Policía de Investigaciones. Tras la recolección de las declaraciones de los testigos, las fuentes identificaron al homicida y contaron que, unas horas antes del fatal ataque, Oviedo estuvo con un familiar en el Roque Sáenz Peña porque lo había acompañado por la mordedura de un perro. En el centro de salud, se encontró con su verdugo y tuvo un cruce de palabras por un problema de vieja data, el cual no fue especificado por los testigos.
A cinco meses del homicidio, la fiscal ordenó a los uniformados de la División Investigaciones Criminales y Judiciales de la Compañía Tropa de Operaciones Especiales (TOE) que comenzaran una investigación para encontrar a Lucas P., señalado desde un primer momento como el autor de los disparos que terminaron con la vida de Oviedo.
Los investigadores hicieron guardia en una vivienda de Caña de Ámbar y España hasta que el sospechoso salió del lugar a bordo de un auto. El muchacho intentó escapar a toda velocidad pero fue arrestado a unos metros en el mismo barrio La Granada.
El origen de la megacausa
Lucas P. está en pareja con una de las hijas de Ariel Cantero y el 31 de mayo de 2013, a pocos días del crimen de Claudio “Pájaro” Cantero –sindicado por ese tiempo como el heredero en la jefatura de la banda Los Monos–, fue demorado en la decena de allanamientos que sitiaron con más de doscientos uniformados barrio La Granada y dieron origen a la megacausa donde acusaron a la familia Cantero por asociación ilícita.
Lucas estaba en Caña de Ámbar al 1700 –la misma vivienda donde lo apresaron en esta última oportunidad– donde incautaron gran cantidad de electrodomésticos y artículos de electrónica. Al finalizar los operativos donde intervinieron los 200 uniformados, todo lo secuestrado fue exhibido en la entrada en la Jefatura de la Unidad Regional II con la presencia del entonces gobernador Antonio Bonfatti y el ex ministro de Seguridad Raúl Lamberto.
Amigos del barrio
En agosto de 2011, Lucas cayó con Sergio Portela, conocido como Pototo, por arrebatarle una mochila a una mujer e intentar escapar en un carro en pasaje la Embajada entre Buenos Aires y Juan Manuel de Rosas.
Por ese tiempo, los jóvenes vivían en la misma cuadra de Melián al 6400.
Un año después Lucas P. pasó vivir a la zona de Caña de Ámbar y Espana y Pototo se hizo conocido en las crónicas policiales debido a que en diciembre de 2012 lo procesaron por por cuatro crímenes que ocurrieron entre julio y agosto de ese año.
El primero de la saga fue el doble crimen de Héctor Gómez y Diego Fernández; después le siguió el de uno de los jefes de Los Cambichos, Jonathan (Yonita) Ávalos y el último fue el de Héctor Núñez, ligado a la banda de Los Garompas, donde también hubo tres baleados. Los pesquisas señalaron a Pototo como un activo integrante de Los Monos.