Miguel Ángel “Caracú” Albornoz tiene 72 años. Está en prisión domiciliaria y procesado desde mayo de 2019 por la Justicia Federal junto a ocho personas acusado de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Es el padre de Cristopher, el joven de 21 años asesinado el domingo junto a Florencia Corbalán y su hijita, Adelaine, en Génova y Cabal. Desde su casa en una zona postergada de Empalme Graneros, en diálogo con el periodista Maximiliano Raimondi, negó los cargos en su contra y lamentó la muerte de su hijo, de la que –sostuvo– no guarda relación.
“No tengo nada que ver, mi hijo era una excelente persona. No sé por qué ponen esas cosas. Igual que lo que dijo ese hombre. Pregunte en el barrio. Soy servicial con todos los vecinos. Soy buena persona”. Albornoz se refirió así a las versiones que surgieron a las pocas horas del triple crimen, ya que su apodo y su situación judicial surgieron en forma especulativa para buscar un posible móvil al ataque. También negó los dichos de un familiar de Florencia que dijo, sin poder asegurarlo, que el triple crimen quizá “haya sido un ajuste de cuenta” contra el propio Caracú. “Él no me conoce a mí, por qué dice cosas de mí”, se atajó.
El sábado 17 de abril de 2019 personal de la ex PDI y de Gendarmería encabezaron 17 allanamientos en zona noroeste, destinados a desbaratar lo que denominaron como “la banda del Caracú”. El secuestro, se informó entonces, fue medio kilo de marihuana y la misma cantidad de cocaína, entre otros elementos. Entre los diez detenidos, además de Caracú, estaba su hijo Gustavo, también apodado Caracú. Ello derivó en procesamientos por parte del juez Carlos Vera Barros por tenencia con fines de comercialización. Caracú padre, como se evidenció este viernes, cumple el proceso en prisión domiciliaria.
Caracú negó la imputación. “Me acusaron en una causa en la que no conozco a las personas. Me ponen como jefe de banda. No soy narcotraficante, no tomo, no fumo. Soy un pobre laburante”, dijo a Canal 5.
En tanto, el vocero de la Fiscalía Regional Sebastián Carranza indicó este lunes que la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro solicitó a la Justicia Federal información sobre Caracú. La medida apunta a desentrañar las motivaciones del triple crimen, cuyo principal blanco, agregaron, era el conductor de la moto en que iban las víctimas: Cristopher Albornoz.
El vocero judicial detalló que se barajan dos hipótesis en cuanto a la mecánica del hecho. Una, que los disparos, que habrían salido de un arma automática, partieron de un auto que se puso a la par de la moto. Del ese vehículo ya se han aportado características, dijo. Sin embargo, por la mañana surgió otra línea investigativa que apunta a que los homicidas fueron dos personas en moto.