La responsable de la Fiscalía federal de Presidencia Roque Sáenz Peña, Pamela Michlig, presentó la elevación a juicio de una investigación residual de la causa Carbón Blanco seguida contra Alan Digby Foster, un tucumano de 54 años que se hacía llamar Walter, quien está sindicado como uno integrantes de la banda. El hombre está procesado por los delitos de contrabando de estupefacientes agravado por el destino de comercialización, por la intervención de tres o más personas, y asociación ilícita.
De acuerdo con la investigación, Foster, quien se hacía llamar Walter, integraba la banda narcocriminal encabezada por Carlos Salvatore, condenado 21 años de prisión, quien falleció en mayo de 2018. Foster era el responsable de recibir en Portugal, junto a otros dos hombres ya detenidos, la droga que era enviada oculta en bolsas de carbón vegetal desde la localidad chaqueña de Quitilipi, para luego ubicarla en España.
La investigación
El 8 de marzo de 2012, la Policía de Portugal detectó en Lisboa un cargamento de bolsas de carbón vegetal de la firma Carbón Vegetal del Litoral S.R.L. que en su interior tenía ocultos paquetes con clorhidrato de cocaína de máxima pureza con un pesaje total de 380 kilos. Según la acusación, al día siguiente Foster junto a otros cuatro hombres fueron detenidos al intentar retirar el cargamento.
La Policía portuguesa avisó a la Policía Federal Argentina, lo que dio comienzo desmantelamiento de la organización narcocriminal. Así, se determinó que Carbón Vegetal del Litoral había remitido otros dos embarques a Europa: uno se encontraba en el puerto de Buenos Aires mientras que el restante se encontraba rumbo a Lisboa. Los containers que estaban en Buenos Aires fueron requisados y en su interior encontraron, también ocultos dentro de bolsas de carbón, 70 paquetes con cocaína, que arrojaron un pesaje total de 519 kilos. Como lo pernos del contenedor no habían sido adulterados se presumió que la droga había sido cargada en origen, es decir, en la planta de Quitilipi.
El 11 de abril de 2012, la Policía Judicial de Portugal junto a la Policía Española y personal de la Aduana Argentina, abrieron el tercer despacho, que había llegado a Portugal, en el que encontraron otros 158 kilos de cocaína, dispuestos en 23 paquetes ocultos dentro de las bolsas de carbón.
La investigación principal desarrollada por la Fiscalía federal de Roque Sáenz Peña –entonces a cargo de Carlos Sansserri–, el Juzgado ederal de dicha jurisdicción y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), encabezada por Diego Iglesias, permitió identificar a Jorge Carlos Rodríguez, Juan Carlos Pérez Parga como quienes introducían la cocaína en los cargamentos de carbón. Por su parte, Héctor Roberto era el enlace entre los miembros de la organización y Rubén Félix Esquivel controlaba la planta de Quitilipi como parte del núcleo principal del contrabando de estupefacientes. Estos, a su vez, le rendían cuentas al fallecido empresario futbolístico de Arroyo Seco Patricio Gorosito, el cual era el encargado de planear y ejecutar los envíos de la cocaína a Europa, desde España y, a su vez, respondía al abogado Carlos Alberto Salvatore, quien operaba bajo el alias Manuel Carrascosa, y era el líder de la organización desbaratada y responsable de financiar y controlar las operaciones.
Para la Fiscalía chaqueña, Foster recibía de los santafesinos Leonardo Prodan y Rolando Di Renzo –responsables de la operatoria en Portugal, donde fueron detenidos y condenados–, el cargamento ilícito para luego comercializarlo en el Reino de España.
Ahora, tras ser extraditado desde Portugal, la Fiscalía federal de Presidencia Roque Sáenz Peña le requirió al responsable del Juzgado federal de dicha jurisdicción, Miguel Aranda, que Foster sea sometido a juicio oral como coautor de los delitos de asociación ilícita y contrabando de estupefacientes agravado por el destino de comercialización y por la intervención de tres o más personas para su comisión.