Un hombre de 37 años fue asesinado y su amigo quedó grave tras recibir dos balazos por parte de un solitario atacante que les disparó este miércoles por la noche en la localidad de Carcarañá, del departamento San Lorenzo y distante a unos 49 kilómetros de Rosario.
La brutal balacera fue pasadas las 21 en la intersección de la ruta 9 y Laprida, en dicha ciudad, y se conoció cuando el personal de la comisaría 3ª recibió llamados de vecinos sobre detonaciones en el lugar.
Los uniformados llegaron y constataron que un hombre estaba desvanecido con evidentes impactos de arma de fuego mientras que otro estaba herido pero consciente. Los médicos del Samco local llegaron a la escena y constataron que una de las víctimas había fallecido y trasladaron a su amigo al Hospital Centenario de Rosario, describieron voceros policiales y judiciales.
Desde la oficina de prensa del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que la víctima fatal fue identificada como Luciano David Mengarelli, de 37 años y domiciliado en la localidad de Correa, del departamento Iriondo y ubicada a sólo 10 kilómetros de Carcarañá.
En tanto, el herido fue identificado con sus iniciales HM, de 31 años, a quien en la guardia del Centenario le diagnosticaron una herida de arma de fuego en el pecho en el lado izquierdo, en la muñeca izquierda, traumatismo con corte superficial en el rostro, en boca y pérdida de piezas dentales. Este hombre quedó internado y su estado de salud era reservado, indicaron las fuentes judiciales.
Con respecto a la mecánica de la balacera fatal, los pesquisas indicaron que, hasta el momento, se conoció que las víctimas fueron atacadas por un sólo hombre, aunque no se especificó si se trasladaba en algún vehículo y cuántas fueron las detonaciones. Sobre el móvil, los investigadores señalaron que la hipótesis se centra en un problema de vieja data entre el tirador y alguna de las víctimas.
El caso quedó a cargo del fiscal Emiliano Heret de la ciudad de Casilda, quien ordenó la correspondiente autopsia y solicitó las medidas de rigor al personal del Gabinete de Criminalística y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Casilda, entre las que se encontraron la toma de testimonios a familiares y posibles testigos, el relevamiento de la escena y la identificación de cámaras de seguridad en la zona.