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Caren Tepp: “La clase política se acostumbró a soñar bajito”

La concejala defendió la idea de abandonar el status quo tradicional y “proponer un futuro que invite a todos los sectores” . Ciudad Futura buscará renovar tres bancas en el Concejo Municipal para fortalecer su presencia local

Caren Tepp buscará revalidar su banca en búsqueda de fortalecer la representación de Ciudad Futura en el Concejo Municipal. Con la idea de darle una bocanada de aire fresco a la política, la propuesta central tiene eje en la urbanización, el desarrollo de la economía local y la conectividad. La actual concejala insistió en modificar el paradigma de concepción del poder político “como algo que se ejerce como forma de dominación”.

Una de las cuestiones que preocupa al bloque y con el que piensa avanzar, se trata de la concentración económica que empieza con el sector inmobiliario y se traslada al rubro alimenticio. En ese sentido habló de “diversificar un poco más la oferta” y “dejar de ser débiles con los fuertes y fuertes con los débiles”

No se refirió específicamente a alianzas con otros partidos, pero sí a la idea de “construir agendas de gobierno con otros sectores”, ya que “quien gane la intendencia va a tener a un 70% de la población que no lo haya votado”.

Con la posibilidad de renovar las tres bancas, Tepp reconoció que “ese es el objetivo”. Celebró que el camino a esa meta sea junto con Pedro Salinas y Luz Olazagoitía, quienes la acompañan desde la militancia barrial.

—¿La idea de feminización de la política cambió las relaciones en ese ámbito?

—Hoy hay mayor representación de las mujeres en los espacios políticos. No es casual que las tres principales listas de concejales estén encabezadas por mujeres. Eso habla de mayor participación y protagonismo. Creo que en el funcionamiento institucional del Concejo falta mucho. Con la feminización de la política nos referimos a una nueva cultura que vaya dejando de lado esta concepción del poder como algo que se ejerce como forma de dominación.

—¿Cuál es la principal deficiencia de la clase política tradicional?

—La clase política se acostumbró a soñar bajito, y hoy hay una disputa más bien para ver quién gana y administra el status quo que para ver quién propone un futuro que invite a todos los actores sociales, políticos y gremiales para ver hacia dónde vamos. No solamente hay que resolver los problemas que hoy tenemos sino ver la sociedad a la cual queremos ir.

—¿Qué modificaciones consideran necesarias para el funcionamiento del Concejo?

—Para los años que vienen hay dos medidas concretas que queremos impulsar. Una que tiene que ver con el funcionamiento de las comisiones, que hoy si bien son abiertas, la gente no sabe dónde ni a qué hora funcionan. Queremos que las comisiones funcionen en el recinto donde sesionamos los jueves. Por otro lado sería bueno hacer uso de las nuevas tecnologías y que la gente pueda definir una parte del temario legislativo y decir cuáles son los temas que le parece urgente que trate el concejo.

—¿Cuál es el rol que consideran deben tener, o el espacio que le asignarían a las grandes empresas en la ciudad?

—Lo que más criticamos nosotros es la arbitrariedad en el trato. Si sos una de las tres empresas más grandes que tiene la concentración del mercado inmobiliario en Rosario, lo más probable es que tu proyecto en el Concejo pase muy rápido y que se te exija muy poco. Eso no solo genera un beneficio que se concentra en pocas empresas sino que genera un perjuicio a otras empresas más chicas que como no tienen ese poder vinculado al financiamiento de las campañas políticas, se les termina exigiendo mucho más. Lo que criticamos es esa postura de ser débiles con los fuertes y fuertes con los débiles. Hay que tener una política donde se abra el juego y tengan todos los actores las mismas posibilidades de participación.

—Es una situación que se replica en otros sectores de la economía…

—Sin dudas, en el caso de los alimentos nos tenemos que fijar en lo que fue la medida del Compre Local, donde comercios de la ciudad tienen que priorizar la venta de productos elaborados acá. La situación con Cotar por ejemplo, donde pudimos establecer una comercialización directa entre la producción y los consumidores en un precio que los supermercados no ofrecen. En Rosario hay una legislación para que no se puedan asentar comercios de grandes superficies que generen competencia con comercios cercanos pero lamentablemente hoy se está incumpliendo y hay desarrollos de grandes superficies con complicidad política, como lo es el shopping del Bosque.

—¿Empleo y producción son los temas más urgentes a resolver?

—Queremos trabajar sobre tres ejes: un proyecto de urbanización en las últimas 500 hectáreas del noroeste, que busca cambiar el paradigma de crecimiento. Por otro lado la necesidad de plantear un modelo de transporte a escala metropolitana, y la posibilidad de que Rosario tenga su primer tren de cercanía que una con el cordón de Funes, Fisherton, hasta llegar al centro de la ciudad. Y el tercero es el de la producción y el empleo, que para nosotros tiene que ver con dinamizar la economía local a partir de poner en producción las últimas 800 hectáreas que están en el sudoeste de nuestra ciudad que en algún momento fueron el viejo cordón verde. Ahí se puede desarrollar un polo centrado en la producción de alimentos.

—¿Hay un correcto abordaje sobre la problemática de inseguridad?

—Lo que vemos es una gran preocupación por cómo todos los sectores políticos han corrido sus discursos hacia la derecha. Hoy hay un discurso entre quienes quieren ser jefes de la Policía, ministros de Seguridad, orden y control. En ese sentido retrocedemos. En todos los casos a nivel mundial donde se quiso resolver la violencia con más violencia, el resultado terminó siendo más muertes.

—¿Por dónde se empieza a resolver?

—Hay que cortar el problema de raíz por donde más duele que es el narcotráfico, la ruta del dinero narco. Para eso hay que seguir la ruta a través de una agencia de justicia urbanística. El narcotráfico también es posible porque esa plata se puede lavar a través de un sistema inmobiliario. Jueces municipales y fiscales pueden hacer un seguimiento de cómo se mueve el desarrollo de determinadas economías que tienen que ver con el lavado de dinero. Y por otro lado está la necesidad de darles proyectos de vida a los jóvenes de los barrios populares. No solo tiene que ver con que tengan un título, sino también con la posibilidad de darles espacios y proyectos de vida alternativos.

—¿Se puede gobernar sin generar alianzas?

—Todos necesitan hoy generar alianzas para gobernar. El socialismo lo hizo los últimos años, necesitan vincularse con otros bloques para sancionar determinadas ordenanzas. La principal crítica que hacemos es que esos consensos, el oficialismo ha priorizado hacerlos con el PRO. Esa situación, sea quien sea que tenga que gobernar, se va a agudizar. Porque quien gane la intendencia va a tener un 70% de la población que no lo haya votado, eso va a reforzar la necesidad de construir agendas de gobierno con otros sectores políticos. Nosotros tenemos una cualidad que es nunca aceptar quedarnos en el lugar tradicional de la oposición, de la denuncia constante y no proponer algo alternativo. Si algo desarrollamos es que a cada propuesta que rechazamos, construimos una alternativa realista.

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