Sin arreglo. El conflicto de Cargill se agrava. En la sede Rosario del Ministerio de Trabajo de Santa Fe los empresarios y el sindicato de aceiteros no llegaron a un acuerdo este martes. Fracasó la última audiencia conciliación antes de que expire la conciliación obligatoria –este jueves– por lo que quedan firmes los 40 empleados que pretende despedir la cerealera en las plantas santafesinas de Villa Gobernador Gálvez y Punta Alvear.
A la reunión convocada en las dependencias de San Lorenzo y Ovidio Lagos concurrió por la empresa su representante legal. El ejecutivo se limitó a ratificar los 41 despidos de los que nunca se bajó la empresa (los 40 en Santa Fe y otro en Bahía Blanca). Afuera, en la calle, trabajadores con sus puestos laborales en juego y afiliados del sindicato de aceiteros hicieron fuerza por una salida pero sin éxito. Los bombos, el clásico «hit del verano» –ver video– cantado por los manifestantes y la presencia callejera no movieron el amperímetro para torcer la voluntad de la compañía.
“No hay razones para los despidos, se plantaron para adoctrinarnos y están favorecidos por el contexto político”, fueron las primeras palabras del secretario general del Sindicato de Aceiteros de Rosario, Adrián Dávalos. El dirigente agregó: “El jueves vence la conciliación y empiezan las medidas de fuerza”.
Dávalos adelantó una pelea dura para revertir la decisión empresaria. “Si es necesario, vamos a marchar a la ciudad de San Lorenzo en vísperas de la cosecha”, advirtió. Y avisó que irán contra los negocios de la corporación: “Si Cargill no se retrotrae en los despidos, no va a poner un solo poroto en nuestra zona y se va a tener que ir de Argentina”, afirmó.
Por último se refirió a la postura de la empresa y sostuvo: “Vamos a luchar hasta el final y nos vamos a permitir este atropello, vienen por nuestro salario y por las condiciones de trabajo y dignidad”.