La coalición oficialista Cambiemos y el Frente para la Victoria negocian un acuerdo político que permita destrabar el tratamiento de los Decretos de Necesidad y Urgencia de Mauricio Macri en el Congreso. Los términos del intercambio propuestos por el peronismo son crudos y directos: ceder al gobierno nacional la presidencia de la comisión bicameral encargada de avalar los DNU del Poder Ejecutivo a cambio de las designaciones de Ricardo Echegaray como nuevo titular de la Auditoría General de la Nación y de Marcos Cleri como nuevo consejero de la Magistratura.
El combo de cargos que negocian Cambiemos y el Frente para la Victoria en el Congreso incluye también al radical formoseño Luis Naidenoff, el candidato propuesto por el oficialismo para presidir la bicameral de DNU. Esta comisión, acéfala, se reunió el pasado miércoles y, en base a la mayoría numérica del peronismo post kirchnerista, emitió un dictamen de rechazo al DNU 13/15 donde Macri modificaba la ley de Ministerios para organizar su actual gabinete nacional. Luego, Macri recibió en la Casa Rosada a los jefes de bloque de Cambiemos para analizar el escenario en minoría que deberá enfrentar a partir de febrero cuando convoque a sesiones extraordinarias.
El diagnóstico que realizaron Ángel Rozas y Mario Negri (UCR); Nicolás Massot (PRO) y Elisa Carrió (Coalición Cívica) no fue alentador de cara a 2016: Cambiemos está en minoría en ambas Cámaras y no cuenta con quórum propio. Está obligado a negociar con el Frente para la Victoria como única vía para lograr que avancen, no sólo DNU, sino proyectos de ley en los recintos del Congreso. En esa mesa de arena sobrevolaron los nombres de Echegaray y Cleri como llaves para destrabar, el menos, el primer foco de conflicto político: la presidencia de la bicameral de DNU.
El dato se le escapó al mismísimo Cleri en la reunión del miércoles pasado en el Senado: “Si ellos no destraban la designación de Echegaray que se olviden de poder avanzar con Decretos de Necesidad y Urgencia en esta comisión”. El diputado de La Cámpora es parte de esa negociación. La silla que dejó vacante en el Consejo de la Magistratura otra neocamporista, Anabel Fernández Sagasti, sería cubierta por Cleri.
La negociación está trabada porque Macri no quiere dejar vestigios de La Cámpora en el Consejo de la Magistratura, más allá de su buena relación con Echegaray. El ex titular de la Afip debe conseguir que los presidentes de ambas Cámaras firmen una resolución elevando su propuesta para presidir la AGN, principal órgano de control de Estado. Emilio Monzó, titular de la Cámara de Diputados, ya firmó. Gabriela Michetti, titular del Senado, no. En el caso de la propuesta de Cleri para reemplazar a Fernández Sagasti en el Consejo de la Magistratura, cuerpo encargado de designar, remover y sancionar jueces, falta la firma de Monzó. Trabas cruzadas que esperan una orden de Macri.
Furia del FpV
Así se explica la furia del Frente para la Victoria en la reunión de la bicameral de DNU del miércoles pasado. Naidenoff invocó un presunto acuerdo político con Miguel Pichetto, jefe de los senadores FpV, para coordinar una presidencia rotativa de esa bicameral del Congreso. Dos años para Cambiemos y dos años para el peronismo.
El kirchnerismo dejó trascender que ese acuerdo sólo se cumplirá si primero Macri habilita las designaciones de Echegaray y Cleri. Como este diputado de La Cámpora no logra aún convertirse en consejero de la Magistratura, el FpV redobló la apuesta y propuso designarlo como presidente de la bicameral de DNU. El cuerpo quedó acéfalo por la falta de acuerdo y el FpV impuso su mayoría para firmar un dictamen de rechazo al decreto del presidente que modifica la ley de Ministerios. Ayer, Macri despachó un nuevo decreto para intervenir la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) –que quedará a cargo de Agustín Garzón– y la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, donde fue designado Mario Frigerio.
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