De Copi a Perlongher pasando por el musical mainstream de Andrew Lloyd Webber, y en la fila aparecen Madonna, Esther Goris, Nacha Guevara y una larga lista de producciones independientes entre documentales y obras de teatro. La figura inagotable e incandescente de Eva Perón es, al mismo tiempo, realidad y enigma, amor incondicional y odio irremediable.
Evita nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos. El próximo 7 de mayo se cumplirán cien años del nacimiento de la mujer más influyente en la historia argentina de trascendencia mundial, mirándola en perspectiva, una de las primeras feministas.
Con esa consigna y apelando al arte en un año electoral en el que la derecha gobernante medirá sus fuerzas con una oposición que aún se muestra resquebrajada, un equipo artístico interdisciplinario y sin limitaciones de género agrupado como Colectiva Mixta de Cultura estrenará el mismo 7 de mayo en Rosario Proyecto cien Evitas, montaje de sala y calle que está en etapa de preproducción y que se presentó esta semana en el bar El Cairo.
La propuesta repetirá funciones el 25 de mayo en el Día de la Patria, el 22 de agosto al que se recuerda como el Día del Renunciamiento, el 23 de septiembre, cuando se conmemore un nuevo aniversario del voto femenino, y el 17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista.
“El Proyecto cien Evitas, en relación con la perspectiva de género, tiene preponderancia de mujeres; las hay autoras, actrices, directoras, músicas y lo llevamos adelante entre todos de manera horizontal a partir del trabajo de la Colectiva Mixta de Cultura para homenajear no sólo a la Abandera de los Humildes sino también a la Jefa Espiritual de la Nación que es Eva Perón”, expresó la actriz, dramaturga, directora teatral y militante feminista Carla Saccani.
“Hay formas de ver el mundo que se potencian desde lo artístico”, expresó la artista a El Ciudadano en relación con el vínculo dialéctico que entablan entre la figura de Eva Perón y el Movimiento Feminista junto con el numeroso colectivo de creadores locales integrado, entre otros, por Sol Fernández, Lala Brillos, Marta Fritschy, Emmanuel Alanis, Juan Carlos Capello, Armando Durá, Mauricio Vera Prato, Elías Blanco y Patricio Sbarbatti.
Multiplicar es la tarea
Ingresar a la vida de un mito desde un costado poético-metafórico sin perder de vista el sentido político y social que encierra el personaje propone, al menos, un desafío y abre un gran interrogante acerca de cuál vuelve a ser el sentido que dispara Eva en el presente, cuál es esa “diáspora” de mensajes a confrontar con el público donde hacen mella la historia, los mitos, las anécdotas, los discursos y la reconstrucción de todo eso a partir de las asociaciones subjetivas que teje el imaginario colectivo en relación con la historia y el presente.
“Ingresamos a ese mundo a través de la multiplicación; particularmente por el efecto de esa multiplicación, por tomar una idea pienso en El Aleph de Borges: es como hacer una especie de «Aleph de Eva Perón» por la multiplicidad de perspectivas que propone semejante personaje, buscando romper con los lugares comunes”, analizó la directora que no descartó la posibilidad de que algunas de las escenas del montaje se integren a los distintos actos y hechos de campaña a lo largo del año.
“Hay algo que ha ocurrido en el arte argentino que cada vez que se pone en escena a Evita dentro de una ficción ya sea en el cine o en la literatura salvo honrosas excepciones: se utiliza su figura para denostar la figura del General Perón; se trabaja y se pone en un primer plano esta cosa de la Evita revolucionaria y el Perón reaccionario. Frente a eso surge la idea de esta propuesta para volver a decirle a las argentinas y los argentinos que Eva Perón no era ella sin Perón, del mismo modo que Perón no hubiera sido lo que fue sin Evita”, expresó Saccani. Y completó: “Esto lo planteo como artista pero también como feminista, porque si hay algo que quiere el patriarcado es que las mujeres nos callemos, que nos callemos las que estamos vivas y que nos dejemos de hablar de las que ya están muertas. Silenciar una parte del discurso de Eva Perón, cuando escribió y dijo más de trescientos discursos y en ninguno de ellos dejó de nombrarlo amorosa y apasionadamente a Juan Domingo Perón como el autor de la obra que ella estaba llevando adelante, me parece que es un acto profundamente patriarcal, que a veces viene de la derecha pero muchas otras veces también viene desde la progresía argentina”.
“La puerta de entrada para este espectáculo es lo múltiple, buscando reivindicar la palabra de Evita. Sus libros La razón de mi vida, Mi Mensaje, los trescientos discursos, su obra, la constitución del Partido Peronista Femenino, porque se habla mucho del voto femenino, pero con Eva Perón se le abrió la posibilidad a las mujeres argentinas de luchar políticamente y de ser elegidas; a ese partido lo podríamos llamar hoy, sin errarle demasiado en la semántica, Partido Peronista Feminista; era un espacio integrado exclusivamente por mujeres y Evita las empoderaba para transformarlas en dirigentes. Al mismo tiempo de lo que fue el debate por el voto femenino, por lo contemporáneo que es todo eso hoy. Si lo pensamos, aquel debate tuvo mucho que ver con el que llevamos adelante ahora en el marco de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Las voces que en aquél momento se expresaban en contra del voto femenino, que venían de la izquierda y de la derecha, son las mismas que ahora se expresan en contra del aborto; hay argumentos que son muy similares”.
Guardado en la memoria
“Nos interesa decir también que esto de la multiplicación como idea fundante dentro de las culturas de las mujeres argentinas se puede ver y analizar a partir de Eva: no hubiera habido Madres y Abuelas de Plaza de Mayo sin que antes hubiese estado Eva Perón; tampoco hubiésemos tenido una dirigente política conduciendo los destinos del país como Cristina Fernández de Kirchner sin una Eva Perón en el pasado. Y seguramente no estaría el Movimiento Feminista tan engarzado a la cultura de las mujeres argentinas de hoy sin el antecedente de Evita”, expresó la autora y directora de, entre otras, Octaedro y Amarás a tu padre por sobre todas las cosas.
En el modo de pensar lo que Eva representa, buscando resignificar su figura partiendo desde lo semántico en un montaje interdisciplinario que tendrá su estreno en medio de un año electoral que pondrá definitivamente blanco sobre negro un modelo de país a futuro, Saccani evaluó: “Tanto la realidad política que vivimos desde el feminismo como la campaña electoral van a atravesar el montaje, porque todos buscamos que se termine este proyecto hambreador neoliberal que se ejerce desde el gobierno nacional. Ojalá la provincia de Santa Fe y Rosario, que tendrán las elecciones antes que las nacionales, reflejen lo que estamos buscando; lo digo pensando en nuestras candidatas, las que tenemos dentro del Justicialismo, y como gran novedad ellas serán convocadas por este colectivo a escribir y aportar su mirada para este espectáculo. Me refiero a Norma López, Alejandra Rodenas, María de los Ángeles Sacnun y María Eugenia Bielsa”.
Presente feminista
“En Rosario estamos transitando una pequeña gran revolución acerca de cómo pensamos las artes escénicas y la escritura las mujeres, porque es otra de las actividades que está atravesada por la verticalidad patriarcal: en la manera de escribir, dirigir, actuar e improvisar se está dando una transformación muy profunda con los modos, pero sobre todo con los contenidos. Nos estamos preguntando de qué nos reímos las mujeres hoy, sobre qué temas queremos hacer tragedia, de qué modo queremos contar las historias para no caer en los lugares comunes del patriarcado; creo que eso va a calar hondo y para siempre”, analizó Saccani acerca del presente feminista.
Y cerró: “Estamos todas juntas y es fundamental escuchar aquellos discursos, pero es primordial volver a leer a Eva Perón; muchos de sus discursos van a formar parte del espectáculo, en particular todo lo que tuvo que ver con su militancia que siempre está asociada al general Perón por más que quieran separarlos como hacen ahora con Néstor y Cristina. Volver a leerla nos da la sensación de que Eva Perón escribió para el futuro”.