Carlos Dávola, directo y terminante. En vísperas de la rescisión del convenio de apoyo deportivo que vinculó a Tiro Federal con Central durante un año y medio, el presidente tirolense manifestó que el club de Barrio Ludueña quedó “devastado” con la ida de sus mejores jugadores a las divisiones inferiores canallas. Asimismo, el directivo calificó ambas temporadas de vinculación contractual “como las peores a nivel organizativo, ya que gran parte del acuerdo no nos han pagado”. Y calificó la determinación de Eduardo Coudet de marginar al defensor Lucas Acevedo de la pretemporada de los profesionales de Central, como un caso de “discriminación laboral”.
“El convenio con Central nos dejó un sabor agridulce –consideró Dávola–. Para nosotros ha sido muy malo y beneficioso para Central que nos llevó a los mejores jugadores. Nos ha devastado. Y gran parte del convenio no lo han pagado. Hemos cedido este último semestre y le dimos al mejor jugador de nuestras inferiores, que se llama Leonel Rivas. De un futuro extraordinario que juega en séptima. En apenas un año y medio transferimos a Acevedo y potenciamos al colombiano Pastor (Gómez Andrade). Y cedimos a 9 jugadores de inferiores”, precisó el presidente de Tiro Federal tras el acto de presentación de la Policía Comunitaria en el Fortín de Ludueña.
—¿A cuánto asciende la deuda de Central con Tiro Federal?
—Cifras no voy a dar. Y aquellos que decían que el convenio era raro, extraño y estaba al límite de la justicia, ni siquiera lo leyeron. A nivel organizativo, fueron las dos peores temporadas que vivimos. Creo que si estábamos solos, ascendíamos.
—¿Y cómo es la relación con la actual dirigencia de Central?
—Muy buena. Yo reconozco que la nueva dirigencia se está haciendo cargo del club. Y seguramente con el paso del tiempo conseguirán objetivos. Ahora están haciendo escuela. Todo requiere su tiempo y su espacio. La gente cree que un dirigente llega al club cuando termina su jornada laboral para administrar mayores o menores recursos. Todos los días peleamos contra los intereses particulares.
—¿Cuál es la situación de Acevedo?
—Acevedo es jugador de Central y nosotros nos quedamos con un porcentaje del pase. Será una decisión deportiva que el técnico no lo quiera tener en cuenta. Pero los técnicos pasan y tantos marginados resultan ser los salvadores de los equipos. Es un entrenador nuevo y vamos a darle la oportunidad de que se equivoque. Campeón hay uno solo. Los demás son todos perdedores. Si no es campeón, será un perdedor más que pasará por la historia de Central.
—Se te nota molesto por la decisión de Coudet de haber marginado a Acevedo de la pretemporada de primera.
—Es que no me gusta el maltrato al jugador que no ha hecho nada. Y me extraña de un técnico que ha sido jugador hasta hace poco. Un ex jugador que todavía no es técnico sino que está haciendo una pasantía en un club tremendamente grande como Central. La primera medida que tomó fue marginar jugadores. Es un caso claro de discriminación laboral. Sin conocerlos ni verlos, mandó a cuatro jugadores a entrenar con el plantel de reserva.
“Tendremos un año de escasas alegrías”
Objetivos modestos tendrá Tiro Federal en el 2015. Hoy, el técnico Marcelo Vaquero pondrá en marcha la pretemporada tirolense en el predio de zona noroeste. “Desde lo futbolístico, creo que tendremos un año de escasas alegrías”, aventuró Carlos Dávola. “Los presupuestos de muchos rivales no son coincidentes con la realidad del Federal A. Hay una gran intervención gubernamental en la mayoría de esos clubes. Y eso ha desvirtuado la competencia. La competencia es anormal, cuando hay tantos factores ajenos a los clubes”.
—¿Llegarán refuerzos de jerarquía?
—No vamos a traer refuerzos rutilantes. Creo que llegó la hora de fortalecer el club con una serie de obras. Ojalá podamos defender la categoría, que es a lo que aspiramos. El torneo está cada vez más difícil con los ascensos. Son apenas dos ascensos para 40 equipos.
“Cumplir una función social”
“El objetivo institucional de Tiro Federal es ofrecer un servicio a la gente de Barrio Ludueña que hasta ahora nunca se hizo”, enfatizó Carlos Dávola sobre la instalación de la Policía Comunitaria en el Fortín de Ludueña. “Sostener un club abierto requiere un enorme esfuerzo, como lo es sostener una fábrica o una empresa. Y hoy cumplimos con la parte más importante, que es la función social”, aseguró.
“El barrio tiene que volver a la normalidad y los vecinos convivir en paz. Y nosotros podremos invitar a nuestros amigos a la cancha. A través de Martín Olivera, encargado de la Policía Comunitaria, buscaban un lugar para instalarse. La cesión de las instalaciones se hizo sin cargo. Los vecinos nos felicitan aunque sólo pusimos las instalaciones del club. Con el paso del tiempo podrán hacer su vida normal y salir a la calle”, celebró Dávola.
Por último, el directivo indicó que “muchas veces tenemos que luchar contra equipos que tienen apoyo de gobiernos municipales, provinciales y hasta nacionales. Y este club sin la gente del barrio no tiene sustento. Y junto a la Municipalidad de Rosario estableceremos una serie de actividades dentro del Plan Abre. Urbanizar un poco más el barrio y tener un vínculo más fluido entre el club y el vecino”, concluyó.
