Se cumplen hoy 100 años del nacimiento del compositor y pianista santafesino Carlos Vicente Guastavino, considerado uno de los pioneros en el arte de combinar con sapiencia la música popular argentina con la académica. Guastavino nació el 5 de abril de 1912 en la ciudad de Santa Fe y murió 88 años más tarde, el 29 de octubre de 2000, pero su valiosa obra quedó inmortalizada en la memoria, la voz y la sonoridad de cantantes y músicos de diverso carácter.
Reconocidos intérpretes clásicos y populares de la talla de Concepción Badía, Victoria de los Ángeles, Joan Manuel Serrat, Alfredo Krauss, José Carreras, Teresa Berganza, Mercedes Sosa, Eduardo Falú y Víctor Villadangos entre otros, abordaron su música en conciertos y grabaciones.
Algunas de las canciones de Guastavino como “La tempranera”, “Se equivocó la paloma”, “Pueblito mi pueblo”, “La rosa y el sauce” y “Romance de Cuyo”, entre las más reconocidas, fueron traducidas a otros idiomas y se escuchan, por ejemplo, en Indonesia, Australia, Europa y los Estados Unidos.
El maestro de la guitarra Eduardo Falú definió a Guastavino como “un compositor muy amplio en su pensamiento, y una prueba de ello es la zamba «La tempranera», con letra de León Benarós, y que en mi caso tuve la suerte de interpretar en Cosquín en los años 60”.
Consultado por la agencia de noticias Télam, el músico apuntó: “Con el paso de los años, esa zamba se fue convirtiendo en un himno y fueron varias las voces que la interpretaron”. Con motivo del centenario del nacimiento de Guastavino, la historiadora y musicóloga Silvina Mansilla acaba de publicar La obra musical de Carlos Guastavino (circulación, recepción, mediaciones). “Guastavino fue un compositor atípico. Una personalidad artística sin precedentes, porque unió a su temperamento ermitaño, poco sociable y humilde, una música tonal de características considerablemente accesibles”, señaló Mansilla a esta agencia.
“Por fuera de las tendencias de vanguardia de su época –acotó Falú–, alcanzó tan amplia difusión que algunas de sus obras llegaron a convertirse en populares”.
A su tiempo Mansilla, cuya obra acaba de ser editada por la colección Gourmet Musical, subrayó que el artista santafesino “fue el autor de obras de cámara y de repertorio para solistas y se basó en ricos textos de poetas como Pablo Neruda, Atahualapa Yupanqui, Gabriela Mistral, Rafael Alberti, Hamlet Lima Quintana y León Benarós, por citar solamente algunos”. La investigadora aclaró que “el trabajo muestra cómo, gracias a las interrelaciones entre compositor, intérpretes y oyentes, la obra estudiada alcanzó una magnitud tal que supera la dicotomía u oposición entre lo culto y lo popular, de lo anacrónico y lo moderno”.
“Deseo que este primer libro permita una mejor comprensión, conocimiento y apreciación de la producción musical de Guastavino que, sin dudas, es uno de los compositores más importantes de la Argentina”, resaltó la investigadora.
Junto a las obras para ser cantadas, el compositor tiene en su haber otras partituras corales, orquestales, canciones escolares, música de cámara y tres sonatas para guitarra. A lo largo de su carrera, Guastavino recibió premios y reconocimientos tales como el Municipal de la Ciudad de Buenos Aires por sus canciones de cámara, un premio del Ministerio de Justicia y una distinción de la Comisión Cultural de Santa Fe, junto a un premio de la OEA que reconoció su notable creación.
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