La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, estimó hoy que el encuentro con el Papa Francisco el miércoles tendrá como objetivo «tener una conversación familiar y conocer al nieto encontrado» (Ignacio Guido) y adelantó que «si puedo, voy a reforzar la necesidad de que la Iglesia colabore en la búsqueda de los hijos de desparecidos».
Antes de la reunión que se realizará en Santa Marta, por invitación del Sumo Pontífice, Carlotto habló con Télam sobre sus expectativas en el primer encuentro que tendrá en forma privada y en la que estará acompañada por, Ignacio Guido Montoya Carlotto, restituido en agosto pasado, con sus 13 nietos restantes.
«Si nos invita quiere decir que quiere conocer al nieto encontrado, saludarme y darnos un abrazo en una conversación que por ser en su residencia, será menos protocolar y más familiar, y, si puedo, reforzaré la actitud de apertura de la Iglesia que comenzó cuando (Jorge) Bergoglio fue electo Papa, afirmó la presidenta de Abuelas.
Así se refirió a la campaña que comenzó el lunes pasado con un spot publicitario en donde el arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo, convoca a quienes tengan datos sobre posibles hijos de desaparecidos a que brinden información.
«Esperamos que esta campaña afecte a los feligreses y a aquellos que saben algo para que lo digan porque si bien hay mucho miedo todavía, acá existió un delito aberrante y por más que haya quienes digan que los nietos que buscamos están bien, no se puede aceptar que esté bien una persona que fue robada», subrayó.
Con relación a las denuncias por complicidad de un sector de la iglesia con la dictadura cívico militar y el accionar de la justicia, que hasta el momento condenó solamente al sacerdote Christian Von Wernich por delitos de lesa humanidad, Carlotto aclaró que «con una justicia lenta, es una etapa que tendrá que llegar».
«Los familiares de las víctimas hemos apuntado primero a los uniformados que fueron los autores materiales del exterminio ocurrido entre 1976 y 1983, después seguimos con los civiles cómplices, y todavía no hemos agregado la responsabilidad clerical que va a tener que llegar porque hay pruebas de que un sector de la iglesia participó por acción u omisión», explicó Carlotto.
En ese marco, rechazó declaraciones de «algunos candidatos que anuncian claramente que si llegan a ganar las elecciones darán libertad a los asesinos o que permitirán que a partir de los 70 años cumplan condena domiciliaria, y eso no lo vamos a permitir porque las políticas de memoria, verdad y justicia no tienen vuelta atrás», enfatizó la presidenta de Abuelas.