El secretario de Agricultura de la Nación, Lorenzo Basso, afirmó ayer que la producción de alimentos crecerá con fuerza en Argentina durante los próximos años y que el sector cárnico cuenta con la tecnología necesaria para mejorar la eficiencia e incrementar su stock. “Si se mantiene el consumo de carne en 55 kilos –la medida anual per cápita del país– vamos a incrementar los saldos exportables”, dijo Basso. El funcionario participó ayer del 18º Congreso Mundial de Carne, que se desarrolla en la Sociedad Rural porteña, y allí adelantó que se lanzará una ampliación de 100 millones de pesos en la línea de créditos del plan de ganados y carnes.
“Es un plan que hemos ofrecido en 600 millones de pesos (400 el Banco Nación y 200 el banco Provincia) y prácticamente se agotó; ahora se van a ofrecer otros 100 millones más desde el banco Provincia”, explicó.
“El problema no es sólo tener más vientres, sino tener más eficiencia. Tenemos que tener 100 vientres y producir 95 terneros: la tecnología está y sólo hay que aplicarla. Creo que vamos a tener un potencial muy importante, con muchas menos hectáreas de las que teníamos hace unos años”, explicó el secretario.
En ese sentido, remarcó: “El crédito no es para comprar vientres. Ese dinero se tiene que destinar para inversión en pasturas, en equipamiento, en tecnologías de inseminación y genética. Todas esas tecnologías que van a provocar el impacto de incrementar la productividad en nuestro rodeo”.
El funcionario dijo que la Argentina tuvo “una reducción del stock de unos 8 millones” de cabezas. “Hoy estamos en 48,5 contra unos 56 que teníamos hace 2 o 3 años”, enumeró, y aclaró que en los ciclos de la ganadería en la Argentina “ha habido repetidamente este stock”.
No obstante, aclaró que “la disminución de stock ha permitido una recomposición de precios muy fuerte”.
“Hoy es el precio internacional más elevado que ha tenido la carne; no existe un registro de un precio como el que tenemos hoy”, sostuvo.
“Eso nos tiene que permitir dos cosas: una es la recomposición de parte del stock de vientres, algunos vientres hay que incorporar en algunas zonas, pero sobre todo nos plantea un desafío que es producir con más eficiencia”, señaló.
Consideró que “la recomposición puede llevar por lo menos 5 años” e insistió: “No tiene que venir de la mano de incorporar más vientres; el espacio para poner más vientres cada vez es menor: hay 13,5 millones de hectáreas que estaban en la ganadería y pasaron a la agricultura”. Tras la referencia a la sojización, se refirió a “los altos precios” de la carne en el mercado interno y aseguró que “la importación es una falacia absoluta” porque “el consumidor orienta su dieta hacia otros reemplazos”.
Según Basso, la caída del consumo interno de carne, que pasó de 73 kilos por cápita en 2009 a 55 este año, “no es nada malo” porque permite “tener más saldo exportable, por un tema de salud y para permitir que otras cadenas de valor como la carne de cerdo se pueda expandir en Argentina”.
Y reconoció: “La industria (cárnica) está pasando evidentemente un mal momento, producto de que cayó el stock, la faena y hay trabajadores involucrados que tienen comprometida su fuente de trabajo”, agregó.
Por otra parte, el presidente de la Oficina Permanente Internacional de la Carne (Opic), Patrick Moore, se refirió al “momento de gran cambio en la economía mundial y también de la industria cárnica”.
Afirmó que “la industria de la carne va a crecer” y que “el consumo de carne del mundo sigue experimentando una de las tasas de crecimiento más grandes”.
En tanto, el titular del Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), Dardo Chiesa, dijo que “la Argentina tiene un gran prestigio en la calidad de nuestras carnes” y destacó la inserción de este producto en mercado externos.
Resaltó el aumento de la cuota Hilton que en 2010 se incrementará a 30 mil toneladas, dos toneladas adicionales de cortes de alta calidad, que se enviarán al mercado de la Unión Europea.
