El presidente Alberto Fernández firmó este martes un acuerdo de precios con cámaras frigoríficas, carnicerías y supermercados que incluye diez cortes de carne vacuna que se comercializarán con valores hasta 30 por ciento menor que los promedios registrados a fines de diciembre pasado. Se trata de uno de los productos más afectados por la inflación. En principio el plan se extiende hasta el 31 de marzo y a lo largo del año tendrán una revisión trimestral. En Rosario la Sociedad de Carniceros criticó la medida para la que no fueron convocados.
Los comercios Piala de Patria y Campo Grande hablaron con El Ciudadano y manifestaron su disconformidad ya que el acuerdo no los alcanza, subrayaron que solo se encontrarán estos cortes en las cadenas de supermercados.
«Es como querer tapar el sol con las manos», expresó Federico Staffieri dueño de Piala de Patria. «Son acuerdos que no sirven para nada. El problema de fondo es que al engordador la hacienda no le dan los números, porque pierden plata y lo viene haciendo hace nueve meses ya. Hay gente que tenía feedlot y dejó de hacerlo porque perdía plata y se sale del negocio, es decir deja de invertir en animales. Esto hace que tengamos una demanda que la oferta no puede abastecer y así suben los precios, porque no se cubren los costos del engorde», explicó.
Además señaló que durante 2020 «la zafra de ternero fue mala porque hubo sequía, hay menos terneros que el año anterior» por lo que cree que va a ser «imposible bajar los precios de la carne». «Se suma que el precio del maíz, que es un commodity, a nivel mundial está subiendo. Y en el feedlot la materia prima básica es el maíz, entonces no hay forma de acomodarlo en el corto plazo. Es querer tapar el sol con las manos».
A su vez, Claudio León, uno de los titulares de Campo Grande, señaló que los cortes incluidos en el acuerdo «son los sobrantes de la exportación» y que estos planes siempre se dan entre frigoríficos y cadenas de supermercados, con lo cual hay una parte de la población que no se ve beneficiada.
Los dos plantearon que en los barrios no llegan estos acuerdos, que «los vecinos tienen que ir hasta el centro para encontrarlos» y que son hasta agotar stock con lo cual prevén que se terminarán rápidamente. Los productos con los precios definidos se comercializarán los fines de semana y los primeros tres miércoles de cada mes en supermercados y cadenas de carnicerías y todos los días en el Mercado Central de Buenos Aires. Calculan un volumen inicial de entre 5.500 y 6.000 toneladas mensuales.
León insistió en que los costos y la calidad de los cortes en las carnicerías son diferentes a los de las cadenas de supermercados. Descree que esta medida alcance al público general. Por eso consideró que el gobierno nacional debería implementar una política de precios que contemple bajar los impuestos de faena. «Así los carniceros tendríamos un margen de ganancia. El último mes tuvimos cinco aumentos de combustible. Nosotros no estamos aumentando los precios, los que aumentan son los formadores de precios, nosotros achicamos los costos porque la gente no viene. Todos hacemos sacrificios de precios pero es un tema impositivo».
Staffieri también planteó que es difícil explicar estos temas a los clientes que expresan sus quejas por los precios. «Las carnicerías no recibimos esto, quedamos afuera. El tema de la carne en Argentina es un tema político de toda la vida. Los políticos lo usaron siempre tratando de mostrar algo. La carne es un mercado de oferta y demanda, si intervienen es peor porque el mercado es libre en todo sentido. Si el Estado va a intervenir lo tiene que hacer de la forma correcta, hacer un plan donde el engordador no pierda más plata. En cambio este año que pasó ellos tuvieron que parar, se cansaron de perder plata. Tenemos menos oferta pero la demanda es la misma y esto encarece los precios».
«Abrir las exportaciones de punta a punta no sirve si en el país no hay hacienda suficiente, acá se abren porque se necesitan los dólares pero a largo plazo no vamos a tener los animales. Las reformas que necesita el país en materia de políticas de Estado tienen que ser muy profundas. En los últimos 20 años nadie hizo una verdadera reforma en la parte agraria, ningún partido lo hizo. Ninguno piensa cómo proyectar el país hacia delante, solo piensan cómo resolver el problema hoy y no a futuro».
Por otro lado, el titular de la Sociedad de Carniceros de Rosario José García habló en LT8 sobre el impacto de esta medida oficial: «Nosotros compramos medias reses. Esto no va a bajar los precios en el resto del mercado. Eso se puede dar solamente con un acuerdo con la producción. Esto que hacen es más de lo mismo como han hecho siempre, este gobierno y otros gobiernos también».
«Cuando meten mano en la carne terminan perjudicando a toda la cadena porque es algo tirado de los pelos, es para muy poquitos. Seis mil toneladas por mes es muy poquito. Lo que ellos ofrecen es asado de novillo pesado no es la carne que estamos acostumbrados a consumir, nada que ver. El novillo pesado es más duro, más grasoso, tiene más desperdicio», manifestó.
Además, consideró que esto es perjudicial en términos sanitarios ya que muchas personas se van a amontonar de forma masiva para poder conseguir estos cortes más accesibles.
