«Volver a tener colecciones bajo las demandas sociales del presente», así sintetizó el director del Museo Histórico Provincial Julio Marc, Pablo Montini, la donación que recibió la institución que funciona como puerta de entrada a reunir documentación sobre el siglo XX. Donación Tizón: cartas, postales y fotografías de Perón (1939-1940) es un aporte al patrimonio del museo de la familia de la primera esposa del ex presidente Juan Domingo Perón, Aurelia «Potota» Tizón. Aunque fue una pareja y matrimonio de más de una década, no se conoce tanto esta etapa de la vida del militar. Para la familia que hizo la donación y para el museo, se trata de un material que permite perfilar, reconstruir, completar la figura de un líder político que todavía suscita múltiples lecturas.
A partir del material donado se da cuenta del vínculo afectivo con la familia política de Perón antes de convertirse en el líder político que fue desde 1945. Las cartas fueron enviadas a sus sobrinas más pequeñas Susana -Susy/Susanita- y Dora Mercedes -Gato/Gatito- Tizón, durante su estadía en Italia entre 1939 y 1940. Fue un viaje que hizo luego de la muerte de Aurelia en 1938, tras padecer cáncer de útero. Se trataba de un Perón en plena carrera militar, aún sin el interés y el trabajo dedicado a la política.
Durante la presentación de la donación, estuvo presente su impulsora Gabriela Tizón, sobrina nieta de Aurelia e hija de Dora, que a lo largo de la charla contó cómo al interior de su familia fueron reconstruyendo esta historia que es una parte de la trastienda del hombre que torció el rumbó de la política argentina.
Gabriela habló de la tradición oral a partir de la cual se fue armando el rompecabezas de la familia Tizón que empezó en 1889, Aurelia tenía siete hermanos y hermanas más. Y especificó cómo «muchas versiones que circularon confrontan con nuestra propia historia familiar». Cada vez que habló de Perón dijo «Juan» y contó que la pareja se conoció en 1926, tuvieron un noviazgo de de unos tres años hasta que se casaron y que «según testimonios de la época, fue una pareja muy compañera que compartían mucho juntos».
El director del museo, Montini, hizo referencia a una política de colecciones que tiene la institución desde 2017 y que este 2021 suma por primera vez material vinculado al peronismo, que para él es el ingreso de lleno al siglo XX y una intención de sumar más documentación que, consideró, recién empieza.
«El valor de esta donación es muy importante por la trascendencia que obviamente tiene Perón pero también en relación a esto de las colecciones. Nosotros tenemos en general material vinculado al Partido Demócrata Progresista desde sus orígenes, desde la Revolución de 1893 tenemos toda una gran cantidad de documentación, material, objetos. También tenemos una donación, sobre Isaac Calzadilla, un sector del anarquismo republicanismo español también muy importante en Rosario. Se trata de una gran biblioteca que trajimos, esa fue la primera donación de mi gestión en 2017. Y no teníamos nada de peronismo, hasta ahora. Entramos directamente con Perón, no teníamos un cuerpo tan importante ni tan vistoso como estas cartas que en verdad no hablan del peronismo sino de un Perón íntimo y nos gusta mucho eso», explicó.
Además, Montini hizo hincapié en que la vocación del museo hoy es poder tener colecciones y repensarlas «bajo las demandas sociales del presente», dejar que la actualidad con sus nuevas demandas influyan en las colecciones que exhiba el museo histórico provincial.
La donación se puede visitar en el museo ubicado en el Parque Independencia desde este fin de semana. Está en la exposición Colección Futura. Para la institución se trata de un legado muy valioso, que amplía y jerarquiza el archivo que tiene.
Aurelia «Potota» Tizón era maestra, se casó con Perón en 1929 y en 1936 se mudaron a Santiago de Chile donde el militar había sido enviado en misión diplomática. Según investigadores, tuvieron una amplia vida social y ella lo ayudaba en sus estudios y en la redacción de los discursos. Aurelia tenía solo 36 años cuando falleció en Buenos Aires.
Para aplacar el dolor de la pérdida, sus compañeros del Ejército le gestionaron un viaje de formación a Italia desde donde tomó la costumbre de enviar fotos, postales y cartas a su familia política, firmados con su puño y letra. Más tarde, cuando Perón conoció y luego se casó con Evita, la relación con su anterior familia política se tensó y hasta fue tomado como una afrenta, según contaron en la charla en el museo.