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Caruana: “Con el DetectAR Federal, vamos a poder actuar mejor en el territorio”

Tras el anuncio de Alberto Fernández en Rosario, el secretario de Salud de la Municipalidad, explicó cómo se trabaja en los barrios con el programa que ahora incluirá test rápidos de detección del virus. Y agregó: “El rol del Estado es indelegable, pero es importante también lo que haga cada uno"

Desde el CEMAR, donde monitorea cada día las acciones realizadas en toda la ciudad contra el Covid19 y coordina los equipos de acción del sector, el Secretario de Salud de Rosario, Leonardo Caruana, dialogó con El Ciudadano. Un rato antes, había asistido al acto de lanzamiento del DetectAR Federal, encabezado por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, el gobernador Omar Perotti y el intendente Pablo Javkin. En medio de la previsible tensión por los niveles de contagios y la saturación del sistema sanitario, el funcionario brindó un panorama de lo hecho y analizó los posibles escenarios.

-¿Cómo impactará el anuncio que hizo hoy el presidente aquí en Rosario?

-El DetectAR Federal que lanzó el presidente de la Nación nos permitirá tener tests más rápidos que los PCR que se usan hasta ahora. Y esto nos va a ayudar a actuar mejor en el territorio, en un plan que ya se viene haciendo. En media hora, se podrá decidir -cuando exista un caso positivo- la estrategia a seguir, que podrá ser la de hacer que el paciente se quede en su domicilio o en un centro de aislamiento si su condición habitacional así lo requiere. O también la intervención, si lo necesita por los síntomas que presenta. En todos los casos, hay seguimiento de un equipo médico. Y los centros de salud son fundamentales en este trabajo.

-¿Cuántos centros de salud están trabajando en esta estrategia?

-Los equipos de salud ya venían trabajando en el territorio, pero ahora tendrán una intervención más completa y seguramente más eficaz. Hoy estamos haciendo hisopados en 40 de los 50 centros de salud que tiene la ciudad. Y todos los test van al CEMAR. Ese proceso tiene una demora lógica. Ahora los tiempos se acortarán y con ello se achica también la posibilidad de reproducción del virus.

-¿Ya se empezaron a usar?

-Sí. Ayer por ejemplo estuvimos en el Barrio Toba. Ahí hicimos una intervención ya con test rápidos, que detectaron varios casos positivos y también por nexo epidemiológico. Y se aisló a 12 personas.

¿Quedan camas para más aislamiento e internaciones?

-En los centros de aislamiento todavía tenemos capacidad para recibir más personas, tenemos cerca de 800, porque a la fecha sólo hay 35 casos positivos ocupando un lugar allí. En cuanto a las camas del sistema, tenemos varios planes de contingencia, de acuerdo a los escenarios. Las camas críticas, puedo decir que están ampliadas casi al máximo. Las camas generales sí tenemos alguna posibilidad de ampliar más, en los efectores como el HECA y en general en todo el sistema. Para ello, es vital también que el sector privado postergue la ocupación de camas generales con cirugías no urgentes.

¿Qué hacer ante situaciones como la del Rosendo García o la del Sanatorio Los Alerces, con ambulancias haciendo largas esperas en la puerta de la guardia?

-Se han dado y no deberían repetirse, siempre que haya todavía camas disponibles en otro efector. El sistema está saturado, pero si hay disponibilidad, se debe cuidar al paciente. Nosotros buscamos que haya un monitoreo permanente y en ese diálogo actuamos con Salud de la provincia y la central del SIES, por la gestión de camas de la ciudad. Lo que recomendamos es que se pueda ingresar rápido al paciente, porque dentro de la institución ya está más protegido que en la ambulancia. Hemos pedido también a los distintos prestadores que se disminuya el tiempo de viaje de la ambulancia de un lugar a otro, para que los pacientes no deambulen por la ciudad.

-En el caso que efectivamente nos quedemos sin camas en Rosario, ¿qué se hará? Se nombró a Villa Constitución, también a Santa Fe

-El recurso de la salud pública es de todos. Sabemos que el Ministerio de Salud de la provincia y también en diálogo con la cartera a nivel nacional, han evaluado qué puede pasar. En tiempos sin pandemia, otras veces se ha hecho traslado de pacientes a la capital provincial, por ejemplo. Lo que deberá definirse en caso de que se sature el sistema del todo, es saber a qué paciente se traslada. Creo que la recomendación debería ser con el más leve, en lo posible, porque tiene una mejor condición para viajar.

-El dato de que el 30 por ciento de los fallecidos vivían en geriátricos fue noticia esta semana. Pero seguramente ustedes ya venían viendo esa evolución, ¿qué hacer ante esto?

-Esto demuestra que las comunidades cerradas, como los geriátricos, es adonde hay que tener más prevención y donde una vez que entra el virus, son más los problemas. Esta suba se da en línea con lo que pasó en el resto de la ciudad. Ahí tenemos un porcentaje de fallecidos respecto al total que es superior inclusive a ese 30 por ciento. Y habla a las claras de que los adultos mayores son la población de mayor riesgo, como se ha visto en todo el mundo. Estamos trabajando con la Cámara de Geriátricos, para que se respete la prevención y para que nos avisen rápido cuando hay protocolo activado, para aislar urgente a quienes presenten síntomas leves. También estamos tratando de visitar las instituciones antes de que nos llamen. No obstante la preocupación, hoy tenemos todavía un nivel que es más bajo de fallecidos en geriátricos respecto del total, de que hubo en España, adonde pasaba que ingresaban y encontraban abuelos fallecidos allí. Eso hay que evitarlo. Para eso, las instituciones tienen que trabajar muy bien y en sintonía con el Estado.

El último informe que difundió Ernesto Kofman, del CONICET, dio cuenta de un impacto positivo en las restricciones de los últimos 21 días. Ahora que la actividad volvió a subir y el contacto social también, ¿cuál es la recomendación?

-Los tres niveles del Estado tenemos que actuar en conjunto, con los equipos de salud. Y en esto quiero resaltar el enorme esfuerzo que están haciendo todos. Hay médicos, enfermeros, farmacéuticos, trabajadores que colaboran en forma silenciosa. Hay centros de salud haciendo de llamadores, siguiendo a la población para encontrar casos y a sus contactos estrechos, se trata de tener una estrategia de abordaje integral. Desde el Estado asumimos lo mejor que podemos una responsabilidad que es indelegable, pero quiero sí dejar un último mensaje: aunque no alcance sólo con la responsabilidad individual, es muy importante también lo que haga cada uno de nosotros para disminuir los contagios.

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