Cerca de 1,9 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares en la Franja de Gaza desde el inicio de la ofensiva militar israelí y, alrededor de 1,2 millones se encuentran en instalaciones de la ONU, informó este lunes Naciones Unidas.
El desplazamiento masivo ya alcanza al 80% de los 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza, dijo la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), luego de que Israel y el movimiento islamista palestino Hamas reanudaran sus combates tras una semana de tregua.
La Unrwa también informó que 111 de sus trabajadores murieron en los bombardeos israelíes en Gaza desde los ataques de Hamas en Israel del 7 de octubre, que terminaron con 1.200 muertos, la mayoría civiles, y 240 secuestrados, entre ellos una veintena con ciudadanía argentina.
Esos empleados de la ONU forman parte de más de 15.500 palestinos, entre ellos unos 6.000 niños, que han muerto en los ataques de Israel en Gaza. Otros 41.000 resultaron heridos.
El 24 de noviembre, gracias a la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, Israel y Hamas negociaron una tregua y el intercambio de rehenes, pero duró menos de una semana, ya que el viernes pasado se reanudaron los combates.
Ahora, organizaciones humanitarias prevén que las cifras de damnificados sigan subiendo en los próximos días.
La Unrwa registró 117 incidentes en 85 de sus instalaciones desde el inicio del conflicto: 30 de ellas sufrieron impactos directos, y dijo estimar que 218 personas que se habían refugiado en estas zonas han perdido la vida.
Además, la organización dijo que sus instalaciones fueron utilizadas con fines militares al menos cinco veces, informó la agencia de noticias Europa Press.
Las instalaciones están saturadas, especialmente en la zona sur, hacia donde ha huido la mayor parte de la población, pese a que las fuerzas israelíes han extendido también a esta parte la ofensiva terrestre.
La Unrwa también denunció ataques reiterados a escuelas de Gaza donde hay desplazados refugiándose, pese a que están prácticamente destruidas por los bombardeos.
Casi un millón de los desplazados a los que acoge ahora la Unrwa se concentran en 99 centros del sur, dijo el organismo en un informe que incluye testimonios de palestinos afectados.
«Llevamos días sin comer y la poca comida que recibimos no basta y se la doy a mis hijos», cuenta una madre viuda y con tres hijos desde uno de estos refugios.
«También es muy difícil tener agua y mi hijo ha sufrido diarrea por beber agua sucia», lamenta, en uno de los testimonios publicados por la Unrwa.
El 30 de noviembre, durante la tregua, la Unrwa dijo que operó nueve pozos de agua para bombear alrededor de 10.000 metros2 y transportarla en camiones cisterna a los refugios de las zonas de Rafah y Khan Yunis, en el sur de la Franja.
En esas zonas continuó la recogida de residuos sólidos de los campamentos y refugios de emergencia y su traslado a vertederos, pero, según advierte la organización, aún hay una necesidad urgente de camiones y vehículos de saneamiento adicionales, para evitar la propagación de enfermedades transmisibles.