Según una encuesta realizada en diciembre en todo el país por la Federación de Inquilinos Nacional, los ingresos totales del hogar dedicados a alquilar asciende al 56.1% mientras que en el mes de octubre fue del 51.7%. Además, el 39,9% de los inquilinos argentinos se encuentra endeudado.
Los resultados indican la profundización de la crisis económica de las familias inquilinas, y la crisis habitacional producto de la falta de control del cumplimiento de la ley de alquileres y el decreto. A este marco de situación se agrega el golpe de mercado en los precios de los alquileres.
El 94.5% de los inquilinos cree que no hay control de los derechos al acceso a la vivienda en alquiler, mientras que el 58% manifestó que sufrió aumentos en el período de la pandemia.
Sebastián Artola, titular de la autogestiva Defensoría del Inquilino de Rosario, sostuvo: “Es imperioso que se regule el mercado inmobiliario, no podemos aceptar más que haya quienes especulen con las necesidades de la gente, la realidad es cada vez más crítica, por eso estamos pidiendo una política pública integral de acceso a la vivienda y, en particular, a la vivienda en alquiler”.
