El 78,8% de los estudiantes trabajadores de la ciudad de Rosario no llega a cubrir el Salario Mínimo Vital y Móvil. Ese porcentaje no logra reunir ingresos superiores a los 29.160 pesos y la gran mayoría se desempeña en el mercado laboral informal.
La agrupación Estudiantes Evita publicó un informe sobre la situación económica y la situación del cursado que atraviesan miles de estudiantes rosarinos. Los datos surgen de la encuesta «Estudia Rosario» que relevó a más de cinco mil alumnos de escuelas secundarias, institutos terciarios y universidades de la ciudad.
Desde la organización estudiantil manifestaron cifras preocupantes en cuanto al nivel adquisitivo de los estudiantes que trabajan, así como de la baja tasa de empleo formal registrado. Los resultados también indicaron, entre otros puntos, que hay un consenso mayoritario para que en el futuro puedan sostenerse modalidades de cursado y exámenes tanto presenciales como virtuales, y que en el sector de las escuelas secundarias hay una recepción positiva que se impone al consultar sobre la temática del voto joven.
Uno de los datos más resonantes del informe, tiene que ver con que el 43,6% de los consultados reconoció que trabaja en el mercado informal. Un 31,8% de los jóvenes contestaron que se desempeñan por su cuenta y apenas un 24,6% de ellos dijo que trabaja en condiciones formales.
Al consultar por el tipo de ingresos que perciben los y las estudiantes, el trabajo de campo relevó que la gran mayoría no llega a cubrir el Salario Mínimo Vital y Móvil, equivalente a 29.160 pesos.
Un 77,8% de alumnos respondió que gana por debajo de ese monto. El 18,3% aseguró que gana entre uno y dos salarios mínimos y el 3,9% restante reconoció estar percibiendo ingresos por encima de los dos salarios mínimos.
La mayoría contestó que la mayor parte de sus ingresos se las lleva el gasto en Alimentos y Artículos de Higiene Personal. Por detrás de ese ítem aparece la opción Alquiler y en tercer orden Servicios e Impuestos.
Virtualidad y presencialidad
Durante la pandemia los estudiantes tuvieron que adaptarse a nuevas formas de aprendizaje y modificar los formatos en las mesas de examen. En ese sentido, el informe también consulto respecto al tema.
En primer lugar se les consultó a los estudiantes secundarios sobre la experiencia en el cursado virtual. Un 36,6% la calificó de regular, un 23,7% la consideró buena y un 17,2% la definió como muy mala.
Por su parte, los estudiantes universitarios dieron su veredicto sobre cómo les gustaría continuar el cursado y la asistencia a mesas de exámenes durante el año que viene.
La mayoría coincidió en que prefiere continuar con el cursado bajo modalidad mixta. En segundo lugar aparece la opción presencial y en tercer orden el formato virtual. Para rendir, la gran mayoría estuvo de acuerdo en que la presencialidad es la mejor manera de hacerlo.
Por último, aparece un dato preocupante relacionado a la conectividad de los alumnos. Casi la mitad de los consultados reconoció no tener dispositivos exclusivos. Además aparecen reclamos relacionados a falta de doble y triple turno en todos los años, faltante de contenidos y problemas edilicios.