El mejor amigo de Harry Potter, Ron Weasley, interpretado por Rupert Grint, estuvo a punto de no sobrevivir la séptima entrega de las aventuras del aprendiz de mago, según confesó la autora de la saga, Joanne K. Rowling.
Aunque en un principio no se planteó la muerte de ninguno de los tres protagonistas -Harry, Ron y Hermione-, cuando estaba casi a la mitad de la saga se planteó «seriamente» acabar con el pelirrojo estudiante.
Así se lo confesó la escritora a Daniel Radcliffe, el actor que dio vida a Harry Potter, en una entrevista para el DVD de la última entrega de la saga, «Harry Potter y las reliquias de la muerte 2», según informa el diario británico The Guardian.
Según Rowling, un día se enojó tanto que pensó en matar a alguno de los protagonistas «por pura maldad» y reconoció que «es un verdadero alivio» poder hablar de eso ahora. El propio Radcliffe contó que siempre había pensado que uno de los tres tenía que morir.
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