Vanesa Orieta, la hermana de Luciano Arruga, el adolescente desaparecido en 2009 que fue encontrado enterrado como NN en el cementerio porteño de la Chacarita, aseguró hoy que la muerte del joven «no quedó cerrada en un accidente de tránsito» como le «quieren hacer creer» a la familia y advirtió que «la Policía sigue estando involucrada» ya que «no ha cambiado el eje de la investigación».
Además, apuntó con dureza contra el gobierno bonaerense, al denunciar que «tienen las manos manchadas con sangre de pibes pobres».
«Mi hermano no era un estúpido que no sabía pasar por debajo del puente de la General Paz. Mi hermano tuvo que haber trepado un terraplén de tierra, tuvo que haber cruzado la vía rápida, que es sumamente peligrosa. No queramos poner culpas sobre un pibe», reclamó Orieta, tras el hallazgo del cuerpo de su hermano, que estuvo enterrado casi seis años tras sufrir un supuesto accidente de tránsito.
Además, la joven señaló que las huellas digitales de su hermano «se podrían haber cotejado mucho tiempo antes y no cinco años y ocho meses tarde» y consideró que en todo el tiempo que tardaron en encontrar el cuerpo del adolescente de 16 años «no hubo muchos inútiles en el medio, hubo gente que se encargó de actuar como cómplice».
Orieta, que fue la cara de visible de la búsqueda de Luciano, aseguró que «la Policía sigue estando involucrada», en la desaparición y muerte de su hermano, y puntualizó que «acá no ha cambiado el eje de la investigación», ya que «el habeas corpus sigue su curso».
«La investigación penal donde tienen que dilucidarse las responsabilidades de la Policía Bonaerense sigue su camino.Acá hay que saber qué pasó las tres horas previas a que Luciano fuera encontrado en ese lugar», expresó en conversación con radio Rock and Pop.
Además, sostuvo que la Justicia tendrá que «comparar el caso de Luciano con hechos anteriores en que casos de tortura fueron pasados como un accidente de tránsito» y agregó que la muerte de Arruga «entra en la lógica de violencia institucional y gatillo fácil».
«Estamos acostumbrados a que la mafia de la Bonaerense no la podemos vencer; que no se puede vencer la desidia y la impunidad del Estado», enfatizó Orieta, quien, sin embargo, afirmó que «la verdad» sobre la desaparición de su hermano «saldrá a la luz».
La joven también recordó que tras la desaparición de Arruga, el 31 de enero de 2009, «se hicieron peritajes que arrojaron resultados positivos que determinaron que Luciano estuvo en un patrullero, en el destacamento de Lomas del Mirador y en un descampado cercano».
«Hay testigos que dicen que lo vieron en el destacamento que depende de la comisaría 8a. Que queda muy cerca de lugar donde el cuerpo de Luciano fue encontrado definitivamente», añadió.
En tanto, manifestó que «la Justicia tendrá que dar las explicaciones concretas sobre si existe una mafia organizada» y remarcó que «ésta es una práctica muy habitual» que queda reflejada en «la cantidad de cuerpos de NN que hay en los cementerios».
Asimismo, Orieta afirmó que el Hospital Santojanni, donde fue trasladado Luciano al momento del accidente, queda a cuarenta cuadras de la casa de su familia, por lo que «fue uno de los primeros hospitales a los que se pidió la información».
La joven también apuntó al gobierno bonaerense, que tras la aparición del cuerpo emitió un comunicado solidarizándose «por los hechos sucedidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires». «No es momento para emitir un comunicado lavándose las manos. Porque tienen las manos manchadas con sangre de pibes pobres. El caso de mi hermano no quedó cerrado en un accidente de tránsito como nos quieren hacer creer», sentenció.
En tanto, sostuvo que las autoridades bonaerenses también tendrán que dar «serias respuestas por las detenciones que Luciano sufrió arbitrariamente el 22 de septiembre de 2008», en un caso que llegará a juicio en marzo del año próximo.
Arruga fue visto por última vez el 31 de enero de 2009 en Lomas del Mirador, partido bonaerense de La Matanza, cuando fue interceptado por un patrullero y trasladado al destacamento policial en la calle Indart, dependiente de la Comisaría 8ª. El viernes, la Justicia determinó que el menor estuvo durante estos cinco años y ochos meses enterrado como NN en el cementerio de Chacarita, luego de ser atropellado por un auto cuando cruzaba la avenida General Paz.
