La justicia ordenó este jueves la detención de la familia Baraldo sentenciados por el abuso sexual intrafamiliar del que resultó víctima un pequeño en la ciudad de Esperanza. Se animó a contar lo que había sucedido cuando entró en la adolescencia.
Nidia Morandini, de 56 años; su esposo Víctor Hugo, de 58, y el hijo de ambos, Juan Pablo Baraldo, de 36, habían sido condenados en octubre del año pasado. Las penas fueron de 20 años para Morandini, 18 para Víctor y 16 para Juan Pablo. En febrero pasado, el fallo en primera instancia fue ratificado por la Cámara de Apelaciones.
En la audiencia del jueves pasado, el tribunal – integrado por Jorge Luis Silva (presidente), Alfredo Martín Olivera y Néstor Darío Pereyra– resolvió que se haga efectivo el cumplimiento de la pena y ordenó la inmediata detención al considerar que el fallo de la Cámara se encuentra firme. En ese marco, los tres condenados quedaron a disposición del Servicio Penitenciario provincial.
El largo camino de la justicia
Los abusos contra el menor fueron denunciados por su mamá –hija y hermana de los condenados– entre 2014 y 2015, cuando su hijo entró en la adolescencia y se animó a contarle los tormentos que había sufrido por año siendo niño.
A la sentencia de primera instancia se llegó en octubre pasado luego de un juicio oral que se prolongó por casi dos meses y en el que declararon cerca de 25 testigos. Ese falló resolvió la pena de 18 años para Víctor Baraldo como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal (agravado por dañar de gravedad la salud mental de la víctima, ser cometido por ascendiente, encargado de la educación y guarda, por dos personas y aprovechar la situación de convivencia preexistente con el niño menor), además de promoción de la corrupción agravada y por coacciones reiteradas. A su esposa, Nidia Morandini le dieron 20 años de prisión por los mismos delitos pero como partícipe principal del abuso y a el hijo de ambos, Juan Pablo, tío materno de la víctima, lo condenaron a 16 años por los mismos delitos que a sus padres además de coacción agravada por el uso de arma y desobediencia a un mandato judicial.
El 13 de febrero pasado, los camaristas Roberto Reyes, Fabio Mudry y Alejandro Tizón confirmaron por unanimidad la sentencia de primera instancia. Tras el fallo, los fiscales Omar De Pedro y Daniel Filippi realizaron una rueda de prensa junto a los abogados querellantes, Martín Risso Patrón y Carolina Walker donde advirtieron el estado de libertad de los sentenciados. “Esperamos que este fallo sea un mensaje a la sociedad: hay personas condenadas a 20 años de prisión por abusar de menores”, dijo De Pedro quien no supo responder por qué los tres condenados seguían en libertad, aún con la reciente confirmación de los jueces de segunda instancia.
Pasó poco más de 15 días y el jueves pasado se realizó una audiencia donde el tribunal que los condenó en primera instancia dispuso la detención de los tres, al considerar que el fallo –ya confirmado por la Cámara- está firme.
El cura que salió en defensa de los abusadores
La madre del chico junto a la fiscalía y sus abogados querellantes no sólo tuvieron que trabajar para rebatir los argumentos de la defensa, a lo largo de estos cuatro años de proceso el “caso Baraldo” se mediatizó, los rumores estuvieron a la orden del día y la sociedad tuvo opiniones dividas. Una de las infructuosas estrategias para desvirtuar la acusación tuvo la colaboración del cura esperancino Marcelo Cattáneo, de la parroquia San José, quien hizo público su apoyo a los implicados y organizó una movilización en diciembre pasado que reunió a un centenar de personas, entre ellas el padre biológico del menor, para proclamar la inocencia de los acusados. Tras la marcha realizada, el arzobispo de Santa Fe Sergio Fenoy tuvo que salir ante los medios de comunicación para despegar a la iglesia del apoyo brindado por el sacerdote para con los abusadores condenados. “No estaba enterado de su realización. Todo lo que hicieron y dijeron es a título personal”, dijo en diálogo con los periodistas de Aire de Santa Fe.
Confirman duras penas a los abuelos maternos y el tío de un menor abusado