El último de los prófugos por el crimen de sindicalista Abel Beroiz, asesinado en la céntrica cochera del Automóvil Club Argentino en noviembre de 2007, fue detenido ayer por la tarde en la localidad de Pérez. Una dotación de la Tropa de Operaciones Especiales que lo venía siguiendo lo interceptó en una plaza de la mencionada ciudad, cuando se encontraba a bordo de un auto con otro hombre, y lo apresó. Se trata de Alejandro Lázaro, del sindicato de Camioneros de San Lorenzo, condenado a perpetua como uno los tres instigadores del asesinato. Por el caso, en abril pasado había sido detenida la madre de un muchacho, también penada por el hecho, que entonces tenía 13 años y por su edad no era imputable, aunque diversos testimonios lo situaron en la escena del homicidio, cuyo autor material también recibió perpetua.
Voceros del caso dijeron que detectives de la TOE tenían el dato desde hace varios días que Alejandro Lázaro estaba en la zona de Pérez.
Ayer por la tarde lo interceptaron en una plaza de esa ciudad ubicada sobre la ruta 33, a bordo de un Fiat Duna y en compañía de otro hombre. Las fuentes dijeron que una vez corroborada su identidad, lo pusieron a disposición de la sala IV de la Cámara Penal. “Con esta detención se cierra el círculo de los prófugos por este caso”, dijo el comisario Adrián Forni, jefe de la TOE.
El crimen
Abel Beroiz, tesorero de la Federación Nacional de Camioneros que conduce Hugo Moyano y titular de la filial Santa Fe, fue asesinado la mañana del 27 de noviembre de 2007, en el estacionamiento del ACA, donde había dejado su vehículo, tras pasar la noche en un hotel. Beroiz estaba por subirse al auto cuando fue sorprendido por Raúl Flores y un adolescente, Juancito, quienes con un arma de fuego y otra blanca lo asesinaron. En el lugar quedó una agenda, un cuchillo de 18 centímetros de hoja, un papelito verde que tenía escrita la cifra de 80.000 pesos, una factura de compra y la foto de la víctima.
Con la factura encontrada en el lugar se allanó una vivienda donde fue encontrada la concubina de Flores, Natalia del Percio, quien había comprado muebles y electrodomésticos por un valor de 11.000 pesos con plata que le había dado su por entonces pareja. Flores fue detenido varios días después, confesó haber cometido el crimen y dio detalles del hecho. El muchacho reconoció haber dado muerte a Beroiz por “encargo” y sindicó a los gremialistas Alejandro Lázaro, Juan Carlos Dell Arciprette y el gestor Julio César Gerez como las personas que se acercaron para que hiciera el trabajo.
Con esas pruebas, en junio de 2011 el juez de Sentencia Carlos Carbone impuso fuertes penas a los acusados. El confeso autor material del crimen, Flores, recibió prisión perpetua por homicidio calificado por promesa remuneratoria, con uso de arma, la misma que recayó sobre los sindicalistas Lázaro, Dell Arciprette y el gestor Gerez, como partícipes primarios. Además, fueron penados como partícipes secundarios Hugo Bustos y Leonardo Flores, ambos tíos de Raúl, y a Marisa Zingales –madre del menor que acompañó a Flores a ejecutar el homicidio–, a pasar 13 años tras las rejas, mientras que Del Percio, ex concubina de Flores, fue condenada por encubrimiento a cuatro años de cárcel. Las condenas fueron apeladas por los imputados y en noviembre de 2012 la Cámara Penal confirmó la mayor parte de las pena. Los magistrados sólo redujeron de cuatro a tres la pena a Del Percio, por lo que dispuso que la condena se cumpliera en forma condicional.
Mientras que Lázaro se mantuvo prófugo hasta ayer, Zingales estuvo como fugitiva hasta principios de abril pasado Por el caso, en expediente separado, también fueron procesados, en 2010, Raúl Luna, ex secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, acusado de homicidio agravado en calidad de instigador, y Mario López, su chofer, como cómplice secundario en el crimen del tesorero.