El juez federal Ariel Lijo procesó ayer a Guido Forcieri, representante del gobierno ante el Banco Mundial, en la causa por la presunta venta irregular de la empresa Ciccone, a quien consideró “partícipe necesario de delitos incompatibles con la función” cuando se desempeñaba como jefe de asesores del Ministerio de Economía.
Con Forcieri ya suman siete los procesados en la causa por el juez Lijo, quien además le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma 200 mil pesos, indicó el fallo de 208 fojas que publicó el Centro de Información Judicial.
También le ordenó que se haga presente ante el juzgado cada vez que lo requiera pero, como actualmente se encuentra en Washington desempeñando su cargo, dispuso que asista a la Embajada argentina a “justificar” su inasistencia cuando no pueda hacerlo.
El funcionario fue involucrado en la causa por otro imputado, Rafael Resnick Brenner (ex jefe de asesores de la Afip), quien sostuvo que en una reunión que mantuvo con Forcieri éste le habría dicho que la persona encargada de seguir el proceso de salvataje de Ciccone en representación del Ministerio de Economía era José María Nuñez Carmona, otro de los procesados y amigo del vicepresidente Amado Boudou.
Resnick Brener es quien firmó un dictamen para otorgar el plan de pagos a la ex Ciccone Calcográfica, a raíz de una deuda con el fisco, pero ese mismo fue rechazado luego por el titular de la Afip, Ricardo Echegaray.
Luego de dos pedidos de prórroga para su declaración indagatoria, Forcieri presentó un escrito ante el juez con el patrocinio de su abogado Pablo Slonimsqui, en el que negó haber tenido esa reunión y haber dado esa directiva a Resnick Brenner, a quien trató de “mentiroso”.
Lijo también imputó a Forcieri por su participación de en la maniobra para evitar que la Casa de Moneda se modernizara a través de un crédito del Banco Nación y le quitara así negocios a Ciccone.
En su fallo, Lijo sostuvo que “los elementos reunidos demuestran que Forcieri materializó las decisiones adoptadas por su superior, Amado Boudou, con conocimiento del hecho delictivo en el que estaba interviniendo”.
Su intervención en la baja del trámite licitatorio para la impresión de billetes en la Casa de la Moneda, “la circunstancia de que haya presentado a Núñez Carmona como empleado del Ministerio de Economía cuando no era así y que haya demostrado el interés de esa cartera ministerial en que Ciccone continúe funcionando, demuestra íntegramente el conocimiento de la ilicitud de su accionar”, indicó el juez.
Lijo sostuvo, además, que se encuentra “verificado que Forcieri tenía conocimiento de la circunstancia de que Boudou era el propietario de la empresa; que actuó en su nombre tanto en el trámite licitatorio de Casa de la Moneda como en el plan de facilidades de pago ilegal en Afip; que sus intervenciones no sólo se dieron en razón de su cargo sino, principalmente, por delegación del ex ministro de Economía, y que el dominio de la maniobra en esta organización era del actual vicepresidente”.
“Forcieri actuó como partícipe necesario de la negociación incompatible que alcanzó a Boudou”, sentenció y agregó que “su aporte fue: intervenir, conjuntamente con Boudou, en la interrupción de una licitación pública para beneficiar la contratación de Ciccone por parte del Estado nacional; e intervenir en un trámite administrativo ante la Afip para lograr la aprobación de un plan de pagos ilegal tendiente a que Ciccone obtuviera, posteriormente, el certificado fiscal para contratar con el Estado nacional”.
Señaló que “se encuentra probado que la negociación que llevó adelante el actual vicepresidente mediante el actuar coordinado con Núñez Carmona, Vandenbroele y Guido Forcieri, supuso la recepción de un beneficio que nunca debió aceptar o gestionar, porque le estaba prohibido al funcionario público contratar consigo mismo o interceder a favor de una empresa a él vinculada”.
Todo ello, dijo Lijo, “más allá de que en este caso se tiene acreditado que el funcionario público asumió un interés de parte en las gestiones necesarias para que CVS (la nueva Ciccone, llamada Compañía de Valores Sudamericana) sea contratada por el Estado nacional, lo cierto es que previamente se había asegurado de que le sea traspasada –por interpósita persona– parte del capital accionario de esa sociedad”.
“Su actuación, desviando el interés del Estado, fue consecuencia de que previamente se había hecho entregar el 70 por ciento de Ciccone Calcográfica”, subrayó el juez.
También consideró como “determinante” el hecho de que Forcieri, como jefe de asesores del Ministerio, “era el hombre de confianza de Boudou dentro de la esfera pública y que, a la vez, tenía una relación con José María Núñez Carmona”.
Ucedé, motocicletas y minas
El escritor y filósofo José Pablo Feinmann criticó al vicepresidente Amado Boudou, al sostener que “no tiene condiciones” para ocupar ese cargo, ya que viene de la “Ucedé, le gustan las motocicletas y las minas”, por lo cual consideró que la presidenta Cristina Fernández “se equivocó” en elegirlo en el cargo. “Yo digo: Boudou salí y aclará tu situación frente a la sociedad, claramente y sin demoras”, aseveró el intelectual peronista en referencia a la situación judicial procesal del vicepresidente en la causa Ciccone y en la adulteración de documentación de un auto.