La historia clínica de Liliana Montenegro incorporada a la causa en la que se investiga el presunto nacimiento y robo de mellizos marca una profunda contradicción con el relato de la mujer que hoy vive en Zavalla y que ha desatado una tormenta política de proporciones tras la intervención de la hermana Martha Pelloni.
Del cúmulo de información recogida por la fiscalía de Casilda (a cargo de Lorena Aronne y Marianela Luna) en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, el centro de reproducción del hospital Centenario, informes forenses y de la junta médica requerida a la Justicia de Córdoba, se fortalece la hipótesis de que la mujer o nunca estuvo embarazada de gemelos o no hubo parto.
Una de las principales contradicciones es que el 13 de julio de 2014, fecha que Montenegro indicó que fue el parto (de forma clandestina en el sanatorio de la UOM Casilda), se hizo atender a las 11.23 en la guardia del hospital Eva Perón por “dolor de pecho y en la espalda de una semana de evolución” y estuvo en observación más de 6 horas. Fue sometida a chequeos y de ninguno surgió, ni ella informó, del supuesto parto de gemelos.
Montenegro les dijo a los peritos que elaboraron el informe psicológico, que el día 12 se sintió “mal y descompuesta”, que se va de su casa sin decir nada porque su pareja “no aceptaría recibir ayuda y se enojaría”. “Cuando la pasan a buscar estas personas (los acusados de apropiarse de los niños) dentro del vehículo se encuentra un médico que no conocía, que le da algo de tomar y desde entonces no recuerda nada. Y que se despertó en el hospital Eva Perón el día 14 en la madrugada y que es dada de alta”, se agrega.
Contradicciones
Otro eje de las contradicciones pasa por los análisis sub beta con resultado todos negativos hechos en el hospital de Granadero Baigorria el 22 de octubre; 18 y 19 de noviembre y 2 de diciembre de 2013 a pedido de la paciente. Esos análisis no coinciden además con las manifestaciones que ella hizo en distintas consultas médicas y registradas en la historia clínica.
El 20 de noviembre de 2013 se presentó ante la doctora Petruzzi y manifestó tener un atraso menstrual. El 23 de diciembre refiere 12 semanas de embarazo gemelar ante la doctora Caram. El 27 de enero de 2014 refiere un embarazo de 5 meses (20 semanas) y el tocoginecólogo Masciotta anota: “Por tratarse de embarazo de alto riesgo doy pautas de alarma”, en referencia a que la paciente padece diabetes, toxoplasmosis, obesidad, hipotiroidismo y tabaquismo. El 17 de marzo de 2014 es internada por parestesia facial izquierda y “refiere un embarazo de 4 meses (16 semanas) que no menciona en el interrogatorio (inicial)”. El 13 de julio es internada en el hospital Baigorria por “dolor de pecho y espalda de una semana de evolución”. No hace referencia a que hubiera parido ese día.
El 4 de agosto, de los exámenes médicos practicados a Liliana Montenegro en el Consultorio Médico Forense de los Tribunales provinciales, el doctor Sánchez Caranicolis informa: se determina una prolactina de 7,4 ng/ml (“nivel absurdo para un puerperio menor al mes, muy bajo”) y un útero de dimensiones conservadas (“no pudo haber recuperado el tamaño normal en 18 o 19 días”) y hace constar “mendacidad en la causante”. La conclusión de esa pericia realizada días después del supuesto parto, es que “no surgen evidencias de embarazo reciente (de haber existido, éste ha sido muy anterior en el tiempo, pudiendo haberse perdido, con edad gestacional desconocida) y/o el parto(o aborto) no se produjo en la fecha alegada”.
Otros detalles que ponen en tela de juicio el relato de Montenegro es que informó haber cursado 10 embarazos, con 2 abortos y 4 cesáreas, lo que implica un altísimo riesgo de ruptura de útero.
Cabe aclarar que en ningún caso, es decir ni en el hospital ni en el centro de salud de Zavalla (la médica del Samco refirió que nunca se dejó hacerlos), hay estudio que respalde científicamente el embarazo. Su peso de 117 kilos y 1,65 de altura quizás influyó para que los profesionales no pongan en cuestión su versión. Por último, también surgieron inquietudes a partir del informe de la Junta Médica de la Justicia de Córdoba hecha a fines de agosto. La fiscalía pidió una ampliación de ese informe, que se hará el 28 de octubre. Cabe destacar que esos peritos trabajaron sobre la documentación aportada (no hicieron nuevos estudios). De ahí toman que “portaba un embarazo de 16 semanas a marzo de 2014, es decir aproximadamente desde fines de noviembre”. El último análisis sub beta negativo fue en diciembre.