En junio de 2019, Spartak de Moscú hizo oficial la comprar del delantero rosarino Ezequiel Ponce en 3 millones de euros. El atacante había tenido un buen rendimiento en el club ruso y no sorprendió que llegara a un acuerdo con los italianos por su compra, y Newell’s, poseedor del 40% de los derechos económicos, recibió 1,2 millones, 800 mil en el momento del pase y 400 unos meses más tarde.
En aquel momento, la dirigencia leprosa, encabezada por Cristian D’Amico, sospechó que algo no estaba correcto. Es que en la misma operación donde Spartak compraba a Ponce, se incluía otra venta, del innoto arquero Andrea Romagnoli, por el que los rusos también pagaban 3 millones de euros.
Inmediatamente, la dirigencia le encargó al doctor Martín Montoya, del departamento legales, que investigue los términos del contrato, y el abogado leproso, especialista en derecho deportivo, sumó el asesoramiento de otro especialista, Ariel Reck.
Estaba claro que Roma había “dibujado” la venta de Ponce para cederle menos dinero a Newell’s. En el Parque consideraron que la cifra real de la venta era de 6 millones de euros, pero la inclusión de Romagnoli evitaba que el club del Parque recibiera 1,2 millones extras.
Hubo un reclamo informal a la Roma, que intentó cerrar todo con una compensación monetaria menor, y entonces la dirigencia decidió reclamar ante Fifa.
Newell’s hizo una presentación por 2,4 millones de euros, ya que en el contrato de la venta de Ponce a la Roma, en 2015, había una cláusula que indicaba que si el club romano intentaban falsear el monto de una futura venta para perjudicar a Newell’s, debía indemnizarlo por el doble de lo que debía percibir.
Fifa postergó el reclamo, con la excusa de la pandemia, y luego se excusó de dar un fallo. Por eso Newell’s recurrió al TAS, quien en los últimos días dio su veredicto: Roma debe pagarle a Newell’s un millón de euros.
La noticia fue muy bien recibida en el Parque, aunque la actual dirigencia optó por ser cautelosa y en un comunicado informó el fallo favorable.
La cierto es que Roma debe cumplir con ese pago en el corto plazo, caso contrario Fifa podría impedirle contratar futbolistas en el próximo mercado.