Dos policías fueron pasados a disponibilidad a partir de la decisión del director general de la Región IV de la Policía de Santa Fe, José Luis Amaya. Los mismos se encuentran imputados por alteración de pruebas en el marco de la investigación del accidente de tránsito en el que murieron Emiliano Cáceres y Facundo Aguirre.
El siniestro ocurrió el pasado 22 de febrero de 2014 y el proceso judicial terminó con una condena de tres años de prisión de cumplimiento condicional e inhabilitación para conducir por diez años a Federico Gómez, quien manejaba el auto en el que iban las víctimas.
El fiscal Aníbal Vescovo había imputado a la policía Sonia Gómez, madre del conductor en esa jornada, por abuso de autoridad, omisión de actos de oficios y vulneración de medidas de pruebas.
Los cuestionamientos también recayeron sobre quien era jefe de la seccional 14° en aquel momento, Fabián Fantín, por omisión de actas y violación de medidas de pruebas. Tras esa imputación judicial, los funcionarios fueron pasados a disponibilidad.