Este lunes comenzó uno de los juicios más importantes del país, en el que los ocho rugbiers acusados de asesinar de forma brutal a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell serán juzgados en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
Desde un comienzo la mayor parte del grupo decidió realizar un pacto de silencio y por este motivo ninguno de los detenidos que se encuentran alojados en el penal de Melchor Romero declaró sobre lo que ocurrió aquella noche fatídica.
Todos llegan al juicio bajo la misma imputación que prevé la condena de prisión perpetua: “Homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” y “lesiones leves”.
Aun así, es importante mencionar que la investigación pudo determinar que entre los acusados hay dos grupos que se dividieron según los roles que cumplieron en el momento del asesinato.
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli, según la imputación hecha por la fiscal Verónica Zamboni, “abordan por detrás a Fernando Báez, aprovechándose de que el mismo estaba de espaldas e indefenso, y de esta manera actuando sobre seguro, en virtud de la superioridad numérica y física, lo rodean, se abalanzan sobre él y comienzan a propinarle golpes de puño en su rostro y cuerpo” hasta que cae inconsciente y pierde la vida”.
Y se agrega: “Le propinaron allí en el suelo, varias patadas en su rostro y cabeza, causándole lesiones corporales internas y externas, las cuales provocaron su deceso en forma casi inmediata, al causarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo grave de cráneo”.
Además, en la imputación se agrega que Ayrton Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi “previo acuerdo y distribución de tareas con los otros sujetos activos, también participaron premeditadamente de la agresión con el fin de dar muerte a la víctima, posibilitando fundamentalmente la comisión del hecho, ya que rodearon tanto a Fernando Báez Sosa como a los amigos que estaban junto a él, impidiendo de esa forma que éste pudiese defenderse por sí solo e incluso recibir defensa por parte de sus amigos y/o terceros”.
Uno por uno el rol de los rugbiers en el crimen
Máximo Thomsen: es el detenido más complicado ya que fue quien le dio la patada final en la cabeza a Fernando que le causó “un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo de cráneo”. Todos los videos de las cámaras de seguridad y de testigos que filmaron lo ubican en la escena del crimen. Además, las pericias corroboraron que la víctima tenía marcada la zapatilla del rugbier en la cara, y a su vez el calzado tenía sangre de Fernando. Horas después del crimen fue a comer al McDonald’s con Lucas Pertossi como si nada hubiese pasado.
Ciro Pertossi: un video obtenido por cámaras de seguridad muestra cuando se chupó los dedos para limpiarse la sangre de Fernando. La fiscal lo considera coautor del homicidio por haber sido partícipe de la pelea ya que en la rueda de reconocimiento lo señalan de haber estado en la escena del crimen.
Enzo Comelli: estuvo en la pelea y en estos momentos lo consideran partícipe y hasta posible coautor del homicidio. En la rueda de reconocimiento lo identificaron como uno de los primeros que golpeó a Fernando.
Matías Benicelli: participó de la pelea y lo consideran partícipe y posible coautor del homicidio. Las pericias confirmaron que había sangre de Fernando en su camisa.
Blas Cinalli: un hisopado a la uña de un dedo meñique de Fernando reveló que tenía su sangre, y videos obtenidos muestran su participación y la rueda de reconocimiento en la Fiscalía de Villa Gesell fue clave para confirmar que fue parte del ataque.
Estos cinco jóvenes son los que más complicados están en la causa, mientras que los otros tres se los notificó por haber estado en el lugar atacando a los amigos de Fernando e impidiéndoles defenderlo.
Lucas Pertossi: Filmó la secuencia del crimen mientras se reía y pedía que nadie defendiera a la víctima. Después del ataque se acercó hasta el lugar donde sucedió todo y mandó el mensaje “caducó”. Fue a comer al McDonald’s con Máximo Thomsen.
Ayrton Viollaz: Aunque creen que no golpeó a Fernando, por los videos difundidos se observa que impedía que los amigos de la víctima se acerquen a ayudarlo.
Luciano Pertossi: tuvo el mismo accionar que los otros dos chicos mencionados.
Dentro del grupo que fue de vacaciones a Villa Gesell hay dos de los chicos que fueron liberados y sobreseídos de la causa por falta de mérito ya que en las ruedas de reconocimiento ningún de los testigos los vio accionar contra Fernando o sus amigos o ni siquiera estuvo en la escena del crimen.
Se trata de Juan Guarino y Alejo Milanesi que luego de quedar liberados decidieron no hablar ni dar testimonios ante la prensa. Aun así, declararán en la causa como testigos y está la posibilidad de que ambos se crucen con sus amigos.
En tanto, Pablo Ventura, quién había sido incriminado por los rugbiers como partícipe del asesinato, quedó en libertad a los pocos días y fue sobreseído en la causa ya que todas las pruebas aportadas confirmaron que el joven esa fecha se encontraba lejos de la localidad balnearia.
A fines del año pasado se dio a conocer que Ventura demandó al Ministerio Público Fiscal del Poder Judicial bonaerense por 10 millones de pesos como resarcimiento por los daños sufridos por esa “infundada e injusta detención”. Como Guarino y Milanesi, Pablo declarará en la causa contra los rugbiers.
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