La multisectorial de organizaciones sociales que se generó para dinamizar las investigaciones por el caso de Franco Casco, junto con sus familiares, realizó ayer una conferencia de prensa frente a la sede de Tribunales federales, para informar sobre los avances hechios por la querella. Si bien el nuevo material probatorio no fue dado a conocer, los representantes de la familia del joven cuyo cuerpo apareció en el río Paraná tras estar detenido en la comisaría 7ª –causa que se investiga como desaparición forzada de persona– adelantaron que en los próximos días habrá novedades concretas, ya que según esta versión el juez federal Carlos Vera Barros ya se encuentra en condiciones de indagar a los policías. “Si bien la inacción de la Justicia provincial dificultó mucho nuestro trabajo, hoy estamos ante un panorama alentador”, explicó a El Ciudadano Guillermo Campana, el abogado que representa a Elsa Godoy, la madre del joven fallecido.
Franco Casco, de 20 años, desapareció la noche del pasado 6 de octubre de 2014. Debía tomar un tren para volver a su casa de la localidad bonaerense de Florencio Varela, luego de pasar unos días en Rosario, pero nunca llegó a abordarlo. Sus familiares lo buscaron durante días y, tras una semana de incertidumbre, se enteraron de que había pasado algunas horas detenido en la comisaría 7ª, último lugar donde fue visto con vida.
Los uniformados aseguraron que Franco había sido puesto en libertad; pero esta versión le resultó sospechosa a la familia Casco, y decidieron realizar la denuncia ante el fiscal Guillermo Apanowicz quien Elsa Godoy no les prestó atención.
“La Justicia provincial no realizó ninguna investigación; no citó a nadie a declarar y sólo se remitió a hacer una averiguación de paradero” explicó un allegado a la familia sobre el momento inicial de la causa, que luego pasó al fuero federal.
El 30 de octubre, cuando el reclamo de la familia había movilizado a organizaciones sociales, el cuerpo de Franco apareció flotando en el río Paraná, a la altura del Parque España.
Meses más tarde, el caso pasó al fuero federal y comenzó a investigarse como desaparición forzada de persona, expediente en el que la familia de Franco se constituyó como querellante, a través tres abogados: uno por la madre, otro por el padre y el restante por Thiago, hijo de 3 años de Casco.
De acuerdo con lo que contó el querellante Campana, la semana próxima serán citados a declaración indagatoria los presuntos responsables de la desaparición del muchacho.
“Tenemos un compendio de material probatorio que confirma la hipótesis inicial que planteamos de que, en la muerte de Franco, hay policías implicados”, dijo. En este sentido, el también querellante Santiago Bereciartúa afirmó: “Consideramos que cualquier personal policial que haya estado en la comisaría durante su detención tiene algún grado de participación y responsabilidad”.
Además, se informó que el juez autorizó una nueva autopsia al cuerpo, en los próximos días, ya que la necropsia inicial fue considerada “deficitaria”.