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Caso Herrera, hora de Justicia

Familiares y allegados al joven de 23 años ultimado en un tiroteo entre policí as y ladrón se movilizaron hasta la Unidad Fiscal de Delitos Dolosos. Sumaron testimonios que apuntan contra uniformados y esperan esclarecimiento.

Ayer a la mañana todo era dolor en la puerta de la Unidad Fiscal de Delitos Dolosos.

Familiares de Jonatan Herrera, el joven que perdió la vida al quedar en medio de un tiroteo entre policías y un ladrón en la zona sur, llegaron hasta allí para entrevistarse con el fiscal Adrián Spelta y reclamar Justicia. Unas 20 personas con banderas y fotografías del joven asesinado acompañaron a los padres de Herrera, quienes ingresaron al despacho del funcionario y al salir mostraron su confianza en la investigación que lleva adelante la fiscalía; “Yo voy a poner fe en la Justicia, en ustedes, pero no me defrauden” refirió María Elena, respecto al diálogo que mantuvo con Spelta. Sabrina, esposa de la víctima, esperó el resultado del encuentro en la vereda, brindó un testimonio desgarrador y apuntó contra el accionar policial: “Esa gente no es policía, son asesinos”, concluyó.

La familia de Herrera, un joven de 23 años que el domingo pasado lavaba su automóvil en la puerta de su casa ubicada en zona de Ayacucho y bulevar Seguí, cuando quedó en medio de un tiroteo durante una persecución policial, realizó una marcha en reclamo de justicia. La víctima había conseguido trabajo unas semanas atrás y disfrutaba de su bebé de un mes y medio. Estaba en pareja con Sabrina, de 20 años, quien también se encontraba en la puerta de la vivienda cuando un ladrón corría escapando del Comando Radioeléctrico y se topó con un colectivo de la Policía de Acción Táctica del que descendieron 4 uniformados que abrieron fuego. El hecho terminó con el ladrón herido- que fue imputado en su lugar de internación por robo calificado, resistencia a la autoridad y portación de arma y quedó detenido- mientras Herrera recibió tres proyectiles que impactaron su cuerpo, el mortal le pegó en la cabeza mientras que de su pelvis extrajeron un proyectil calibre 9 milímetros, refirió una fuente consultada.

Ayer el grupo de familiares y allegados marchó hasta la Fiscalía de Homicidios, mientras Marcelo y María Elena fueron recibidos por Spelta. El resto del grupo se quedó en la puerta, entre ellos una mujer mayor muy conmocionada, a quien debieron acercarle una silla.

La esposa y el hermano mellizo de Jonatan accedieron a hablar con los medios periodísticos presentes.

La joven madre explicó que los padres de su pareja querían ver la filmación de la estación de servicios ubicada a metros del lugar del hecho y detalló que fue testigo presencial de lo sucedido junto a su pequeño cuñado y un primo de la víctima. “Vimos prácticamente todo, cuando venían (los policías) por la avenida disparando, cuando cayó el delincuente en el piso en la puerta (de la casa) y pedía una ambulancia”. La joven se refirió a una uniformada, “una mujer rubia que le empezó a pegar patadas al delincuente donde tenía los disparos, no me dejaban salir de la casa porque el delincuente estaba tirado ahí en el piso con el revólver”. Sabrina explicó que no le permitieron llegar a su pareja y en lugar de auxiliarlo comenzaron a contar el dinero que le secuestraron al ladrón.

Con la voz quebrada, Sabrina explicó que comenzó a pedir auxilio pero la Policía no permitió el acceso al lugar donde se hallaba la víctima: “No dejaban pasar a los vecinos para ayudar a Jonatan, para auxiliarlo, movilizarlo en algo porque la ambulancia nunca llegó. Como los vecinos querían pasar a toda costa y ayudarme, ellos (por los uniformados) con tal de espantarlos empezaron de vuelta a los tiros. Hay vecinos que están heridos con bala de goma y hay marcas en las casas”.

La joven rompió en llanto cuando habló de su hijito; “Yo tenía el bebé en la calle, justo que se lo di a una vecina empezaron a los tiros de nuevo. Me paré enfrente y les dije que no dispararan más que tenía mi bebé en la calle. Hicieron cualquier cosa, esa gente no es policía, son asesinos, no era necesario si el delincuente ya estaba herido ¿Por qué siguieron disparando? se preguntó.

La joven brindó su testimonio abrazada a su cuñado Nahuel, mellizo de Jonatan. El joven se encontraba muy contrariado, contó que esperaban a la víctima para comer un asado en la casa de su abuela cuando tuvo un presentimiento y fue a ver a su hermano cundo ya había ocurrido el episodio.

Poco después salieron de la sede fiscal Marcelo y María Elena y sostuvieron que Spelta les solicitó tiempo y paciencia ya que están trabajando en la evidencia. Marcelo detalló que dejarán que el funcionario haga su trabajo mientras que María Elena le refirió que iba a tener fe en la Justicia pero pidió que no la defrauden.

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