Esta semana el caso Luis Herrera, titular de la financiera Fernández Soljan, tuvo un nuevo episodio en la Justicia. Luego del congelamiento de los 400 millones de pesos, producto de la subasta de acciones que llevó adelante Transatlántica en el Matba Rofex, la fiscalía decidió levantar la cautelar. Por su parte, los acreedores que aguardan cobrar un monto cercano a los 30 millones de dólares, deberán esperar ya que el remanente de acciones que queda por cobrar se encuentra inhibido, aunque podrían apelar a otra instancia.
El hecho permitió, en primera instancia que Transatlántica pueda concretar el remate de 2.123.938 acciones de Matba Rofex por un equivalente a casi 423 millones de pesos y hacerse del dinero correspondiente a la deuda que Herrera mantenía con la empresa, dejando un remanente de acciones.
Es que durante la subasta, Transatlántica vendió solo una parte del total, lo que le correspondía cobrar a partir de un crédito prendario, pero aún quedó un saldo de acciones por liquidar en el mercado, que podrían ser capitalizadas para afrontar los compromisos con ese grupo de acreedores. El problema es que se trata de acciones embargadas por la Justicia a raíz del default que atraviesa Herrera.
Hasta hace algunos días se barajaba la posibilidad de que el grupo de ahorristas que reclaman a Herrera una deuda cercana a los 30 millones de dólares, pudieran acceder al saldo de lo que quedó por liquidar. Pero esta alternativa permanece descartada, al menos por un tiempo, ya que pesa sobre Herrera la inhibición de sus bienes.
Esa subasta tuvo que ver con una prenda que decidió ejecutar Transatlántica, a partir de las públicas dificultades económicas que atraviesa el financista. Es decir, llevó adelante el remate para cobrarle una deuda por un préstamo efectuado durante los últimos meses.
Caso Luis Herrera: el camino que condujo a la hipótesis de que el dinero de los acreedores no está
La alternativa de los acreedores
En diálogo con El Ciudadano, Juan Murray, abogado de un grupo de ahorristas que reclaman a Herrera la devolución de dólares entregados para operaciones en el mercado de futuros, adelantó que si bien la posibilidad de acceder a ese remanente para resarcir a los damnificados es una posibilidad, llevará el tiempo que disponga la Justicia.
Teniendo en cuenta que dicho período puede prolongarse más de lo que quisieran los ahorristas, los abogados no descartan la posibilidad de una salida alternativa al juicio que contemple las reparaciones.
Respecto al remanente de acciones que quedaron por liquidar, Murray indicó que pueden ser utilizados en el caso de que se determine la culpabilidad de Herrera, para lo cual queda mucho camino por recorrer.
“En el medio hay salidas alternativas al juicio, donde puede haber un criterio de oportunidad o suspensión de juicio a prueba. Son algunas de las salidas que tiene el imputado para evitar el juicio. En esos casos se contempla la reparación de las víctimas“, explicó.
Por el momento hay más dudas que certezas entre quienes demandaron al financista por estafa. Esperan establecer el destino de los fondos que entregaron los ahorristas y esclarecer la situación de Herrera en cuanto a su patrimonio.
Murray anticipó que durante la próxima semana presentarán nuevas denuncias, también por estafa, y desde fiscalía ya les adelantaron que en febrero seguirán recibiendo testimonios. “Tenemos la presunción de que la inversión no existió y se utilizaba dinero para otra finalidad. Vamos a ir aportando lo que nos dicen los ahorristas”, detalló.
Pese a la recopilación de pruebas y las denuncias ya efectuadas, los defensores de los damnificados mantienen cautela sobre la celeridad en el esclarecimiento de la causa. De hecho, el titular de Fernández Soljan aún no recibió ninguna imputación, tampoco sus hermanos o su esposa, miembros de la sociedad que dirige el rumbo de la financiera.
El camino de Herrera
La operatoria que empujó a Luis Herrera a esta situación, consistía en tomar dólares a inversores y colocarlos en el mercado de futuros. Las tasas de interés que ofrecía eran un atractivo suficiente para sus clientes, aunque no el único motivo. El financista tiene un extenso recorrido en asuntos bursátiles y hasta la renovación de autoridades de este año, formó parte de la mesa chica en la Bolsa de Comercio Rosario.
Pero el problema financiero que atraviesa no tiene que ver con la actividad bursátil, sino con las dificultades que presenta desde hace un año para la devolución de dólares a sus inversores, según indicaron allegados a los ahorristas.
Las dificultades económicas llevaron primero, durante fines de octubre, a una inhibición de bienes, dictada por la justicia civil. Pocas semanas después, el Ministerio Público de la Acusación de Rosario, allanó las oficinas de su empresa Fernández Soljan, ubicada en Rioja 1474.
Ante esta situación, el reconocido financista decidió presentarse en la Justicia para que le permitan la apertura del concurso de acreedores. El rechazo a este recurso no hizo más que poner en duda su posibilidad de cumplir con los pagos a acreedores.
El pedido de congelamiento
Luego de que la apertura del concurso fuera rechazada de plano por la justicia Civil y Comercial, el fiscal de delitos complejos, Miguel Moreno comenzó a investigar el caso ya que analizaba la posibilidad de que el financista quiera declararse insolvente con el remate de acciones de Matba Rofex. Fue por eso que en primera instancia dispuso del congelamiento del dinero obtenido a partir de la subasta.
Luego de que el reconocido financista planteara la apertura del concurso de acreedores, el juez Marcelo Quiroga, a cargo del juzgado civil y comercial número 7 de los tribunales provinciales, le bajó el pulgar al considerar que la propuesta tenía defectos en su elaboración. En el texto no encontró justificaciones sobre la cesación de pagos ni tampoco advirtió claridad sobre el plan de Herrera para salir de esa situación.
Además de hacer referencias a inconsistencias en la propuesta, Quiroga expuso la falta de solvencia por parte de Herrera a la hora de querer justificar la falta de datos y registros indispensables sobre la contabilidad de su actividad.
En ese sentido, el juez ratificó que por su condición de comerciante matriculado, tiene la obligación de llevar la contabilidad de todos sus negocios con los registros y balances correspondientes.
A partir de este dato, el fiscal Miguel Moreno intentó rastrear las operaciones en el exterior, pero no encontró registro alguno. Esto lo condujo a evaluar que la inexistencia de material respaldatorio, podía significar que las colocaciones que Herrera convino con sus clientes, no existieron, y que por ende se trate de una estafa.
A menos de diez días de vigencia de la cautelar, el propio Moreno firmó el levantamiento. De esta manera Transatlántica pudo hacerse de la liquidación de la subasta, y los acreedores aguardan su posibilidad de cobrar.
Semana decisiva para definir la situación judicial del financista Luis Herrera