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Caso Kevin Aguirre: esperan pericias en la pistola incautada al detenido

El sábado a la mañana fue el cortejo hasta el cementerio La Piedad para despedir a Kevin.

El hombre detenido en los allanamientos tras el crimen de Kevin Aguirre fue imputado por tenencia ilegal de arma de fuego de guerra en la audiencia que se realizó este martes, cuando el juez le otorgó la libertad por no tener antecedentes. Los voceros judiciales indicaron que esperaban, al cierre de esta edición, el resultado de las pericias balísticas a la pistola 9 milímetros incautada en su casa para determinar si posee relación con el asesinato del adolescente ocurrido la semana pasada en barrio Ludueña.

Kevin Nicolás Aguirre, de 16 años, fue asesinado el jueves pasado a las 22 mientras iba en una moto como acompañante de su primo Darío “Micha” P., de 18 años: recibió un tiro en la espalda de los seis que le disparó el homicida, con quien había discutido minutos antes en otro lugar del barrio. Para las 2 de la madrugada, los nombres de los sospechosos de la brutal balacera contra los motociclistas ocurrida en la esquina de Humberto Primero y Felipe Moré habían empezado a correr entre los conocidos del chico. Fue en esa instancia que un grupo de vecinos de las víctimas terminó por prender fuego una casa, ubicada a unos 20 metros de la esquina donde asesinaron a Kevin. A ese lugar, los habitantes de Ludueña le atribuyeron la venta de droga en la zona y también el refugio que usaron los homicidas para esconderse tras el crimen.

El sábado a la mañana fue el cortejo hasta el cementerio La Piedad para despedir a Kevin. Su primo Micha y testigo del asesinato, recibió una bala policial antes del entierro en medio de un desmedido operativo policial que irrumpió en plena caravana y dejó una decena de heridos. Micha quedó internado en el Heca con custodia policial. Este hecho generó temor entre los allegados a las víctimas porque el rumor que corría en el barrio era que “los que están con la droga adornaron a la Policía para que lo agarren a Micha así no declara. Los tipos lo buscaron toda la madrugada y como no lo encontraron lo agarraron en el cortejo”.

Fue en ese marco que tras una investigación surgió que el búnker quemado, donde los asesinos de Kevin se habían escondido, pertenecía al clan de Caracú y su hijo Diente, dos conocidos narcos del barrio. Así las cosas, el lunes pasado los uniformados de la Policía de Investigaciones allanaron una vivienda de Ecuador al 500, detuvieron a otro hijo de Caracú, identificado como Gustavo A., y le secuestraron una pistola Taurus 9 milímetros con 13 proyectiles y 1 en la recámara. A partir de los datos se informó al fiscal de Homicidios Dolosos que lleva adelante el caso por el crimen, Pablo Pinto, sobre el arma secuestrada, quien ordenó una serie de peritajes para determinar si la 9 milímetros fue el arma homicida.

Ayer se le realizó una audiencia imputativa a Gustavo A. por la tenencia ilegal de la pistola. El juez Gustavo Pérez de Urrechu hizo lugar a la solicitud de la fiscal Gabriela Bassagaisteguy, y lo imputó por tenencia ilegal de arma de guerra. El juez escuchó a la defensa representada por Susana Zulkarneinuff y Hugo Frugoni, quienes argumentaron sobre la falta de antecedentes y el trabajo del sospechoso, y resolvió que Gustavo, en el día de su natalicio, comience a transitar el proceso en libertad. El hombre tendrá que presentarse  todas las semanas en Tribunales, según dispuso el magistrado.

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