Este viernes se dio a conocer el veredicto del juicio por el crimen del comerciante Mauricio Brandán, asesinado en 2015 durante un robo a su negocio de ropa de barrio Belgrano. Por dicho resonante asesinato un tribunal pluripersonal condenó, tras 18 días de debate oral, a Nahuel Villalba y Jorge Mussín a 24 años de prisión efectiva, y a Nahuel Camargo a 22. Los tres recibieron sentencia como coautores de homicidio en ocasión de robo. Un cuarto implicado, menor al momento del hecho, tramita su proceso judicial en el juzgado de menores.
La fiscal Marisol Fabbro, a cargo de la acusación, había pedido prisión perpetua para el trío, al que acusó de homicidio criminis causa en carácter de coautores, figura legal que prevé la pena máxima. Sin embargo, el tribunal compuesto por los jueces Román Lanzón, Gustavo Pérez de Urrechu y Héctor Núñez Cartelle, resolvió condenar a los tres por una figura un poco menos severa: homicidio en ocasión de robo.
Un balazo fatal
Eran cerca de las 20 del sábado 26 de septiembre de 2015. Mauricio Brandan y su hermano Cristian estaban en el local de ropa Beautiful People que tenían en Provincias Unidas al 1500. Cristian se cruzó a comprar una gaseosa y cuando volvió su hermano de 32 años estaba malherido.
Segundos antes dos motos con dos ocupantes cada una habían llegado hasta la esquina. Los dos que iban como acompañantes se bajaron y entraron a la pilchería al grito de «dame todo». Uno de ellos tenía un arma de fuego. Lo apuntaron y Mauricio se plantó. Hubo un forcejeo con uno de ellos mientras el otro le disparó en el pecho. Ambos salieron corriendo con el celular de Mauricio y algunos pantalones de jeans. Cuando su hermano regresó lo encontró agonizando. La ambulancia tardó en llegar y Mauricio falleció unos minutos después.
La declaración de algunos testigos, la descripción de los sospechosos, una cámara de seguridad que tomó al autor del disparo sumado a un informe de inteligencia y a un testigo de identidad reservada que brindó datos del cuarteto, aclararon la mecánica del hecho.
En enero de 2016 cayó el primer sospechoso. Nahuel Alejandro Camargo, entonces de 19 años, fue detenido en un operativo de control vehicular en Pampa y Circunvalación cuando se trasladaba en una moto como acompañante. Lo imputaron de la coautoría del homicidio criminis causa de Brandan. La fiscal Marisol Fabbro lo señaló como uno de los conductores.
En febrero cayó Jorge Mussin, señalado como uno de los ladrones que ingresó al local, forcejeó con Mauricio y efectuó el disparo.
En mayo fue el turno de Ezequiel P., sindicado como quien entró al local junto con Mussín. En la audiencia la defensa dijo que le faltaba un mes para cumplir 18 cuando se produjo el homicidio, por lo que su causa tramita en el juzgado de Menores.
El último en caer fue Nahuel Ezequiel Villalba, alias Chichín, en septiembre de ese año, sindicado de trasladar hasta el negocio al autor del disparo fatal.
Durante los tres años que duró el proceso judicial, que demandó prórrogas extraordinarias de prisión preventiva para los acusados, la familia de Brandan llevó adelante encendidos reclamos de justicia y concentraciones en sedes judiciales para reclamar celeridad en la causa. Siempre con pancartas con imágenes de Mauricio.
A principios de diciembre, en el alegato de apertura, la fiscal Fabbro pidió la pena máxima. La figura que les endilgó fue homicidio criminis causa -es decir asesinato cometido para ocultar otro ilícito-, en concurso real con robo calificado por uso de arma de fuego con aptitud para el disparo y portación de arma de fuego de uso civil en carácter de coautores.
Esa calificación no se materializó en la sentencia. El tribunal halló culpable a Mussín, Villalba y Camargo de homicidio en ocasión de robo, delito por el que purgarán altas penas: 24 años para los primeros y 22 para el segundo.