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Caso Melisa: preso por violar 4 veces prohibición de acercamiento y amenazar 7 veces a la víctima

La joven sufrió todos estos hechos de violencia de género en sólo un mes. El violento aprovechaba los momentos en que ella era más vulnerable: durante la noche le cortaba la luz, le tiraba piedras en la ventana, la llamaba y mandaba mensajes. Lo último fue que intentó que chocara con su auto

Melisa fue víctima del hostigamiento y las amenazas de su ex por meses, se cansó de hacer presentaciones en la justicia y también de denunciarlo en las redes sociales. El 18 de agosto, organizaciones de mujeres y las socias y socios de dos clubes barriales llevaron adelante una manifestación frente a los Tribunales provinciales, de Balcarce y avenida Pellegrini: bajo la consigna Vivas Reaccionamos dejaron en claro el apoyo a Melisa y a todas las mujeres y disidencias que son víctimas de la violencia machista. Lo que buscaron con la movilización fue la prevención de los femicidios.

Este lunes, el movimiento volvió al frente del Palacio de Justicia porque Melisa sufrió un tentativa de femicidio cuando su agresor trató de provocarle un accidente de tránsito donde exigieron alguna respuesta por parte de la Justicia. El martes, la fiscal María Teresa Granato ordenó un allanamiento en la casa del violento de Pasco al 3900 y lo detuvo. Este jueves, los manifestantes volvieron a la calle para apoyar a Melisa G., quien estuvo en el Centro de Asistencia Judicial y de la Víctima (CAJ y CAV) de Corrientes 2114, para seguir la imputación contra su atacante Nicolás José Rivas.

La jueza Valeria Pedrana aceptó la acusación de la Fiscalía por siete hechos de amenazas coactivas y por desobedecer cuatro veces la restricción de acercamiento a la víctima. La magistrada le dictó 60 días de prisión preventiva mientras continúa la investigación.

La investigación 

Este jueves a las 10.30, la fiscal María Teresa Granato de la Unidad de Violencia de Género acusó a Nicolás José Rivas por siete amenazas y cuatro hechos de desobediencia a un mandato judicial (que instaba al atacante a no contactar a la víctima y la ordenaba prohibición de acercamiento a 200 metros) que ocurrieron en tan sólo un mes: entre julio y agosto pasado.

En 30 días, Melisa sufrió toda clase de amenazas y hostigamientos, la mayoría cometidos cuando se encontraba en su departamento y según la reconstrucción que hizo la fiscal, el motivo que ponía como excusa el violento era que no aceptaba que la joven hubiera decidido poner fin a la relación.

En la acusación se enumeró que uno de los primeros hechos que se lograron indicios para achacarle fue a principios de julio cuando Rivas se presentó en la casa de la víctima en horas de la noche, ubicada en inmediaciones de Córdoba y Constitución, bajó la llave térmica de su departamento y le arrojó piedras contra la ventana de su habitación. Como no obtuvo respuesta y lejos del cese del hostigamiento, el agresor escribió agravios en la tapa de la caja de luz.

Otro día también se presentó a la medianoche, volvió a cortarle la luz y siguió con los piedrazos contra su ventana.

El acoso siguió y una vez Melisa tuvo que refugiarse en la casa de una allegada debido a que un vecino le avisó que no regresara a su vivienda porque Rivas estaba en la puerta. Ese día, el violento esperó que la joven regresara y tocó insistentemente el portero para que descendiera. Como la víctima no le hizo caso, la llamó 60 veces. Ya para esa época, Melisa había hecho una presentación y el Tribunal Colegiado de Familia (TCF) ordenó el 16 de julio de 2020 que Rivas no se acercara a un radio de 200 metros donde se encontrara la joven y además del cese de hostigamiento, se describió en la acusación fiscal.

La fiscal Granato agregó que las amenazas se reanudaron el 25 de agosto pasado a las 21.15 cuando Rivas volvió a colgarse del portero, la joven se asomó y el violento se fue porque advirtió que venía un patrullero. A las horas, volvió y comenzó a hacer sonar la bocina de su moto.

Al día siguiente, le mandó 8 mensajes de texto (hechos constatados en el análisis del celular del agresor), también la llamó 38 veces y le mandó otro mensaje el 27 de agosto. En este momento, a las amenazas se le sumó la tercera desobediencia al cese del hostigamiento dictado por la justicia.

Rivas retomó y acrecentó su raíd de violencia el 28 de agosto cuando a las 20.15 la víctima transitaba en un auto por avenida Belgrano y Pellegrini y éste la interceptó en otro vehículo, la cerró hasta obligarla a detenerse en la banquina.

El terror invadió a Melisa, no sólo por estar sola a merced del violento, sino que Rivas comenzó a tirarle piedras y lo que encontrara en la zona contra su auto. Luego se retiró y fue el séptimo hecho de amenazas coactivas y la cuarta desobediencia a la orden de los tribunales, de acuerdo a lo detallado por la Fiscalía.

Tras escuchar a las partes, la jueza Valeria Pedrana aceptó la imputación de la fiscal María Teresa Granato y le dictó a Rivas la prisión preventiva por 60 días mientras avanza la investigación en su contra.

En apoyo a Melisa y para la prevención de femicidios

En paralelo a la acusación al violento que se hizo por videoconferencia desde el Order donde Rivas está detenido, el movimiento Vivas Reaccionamos –que nuclea a organizaciones de género, sociales y las socias y socios de los clubes Cóndor y Juventud Unida– se manifestó en la cuadra de Corrientes al 2100 donde funciona el Centro de Asistencia Judicial y de la Víctima, que asesora a la joven.

«Para apoyar a Melisa, para que el agresor sea imputado por tentativa de femicidio y no quede libre. Para que Melisa pueda seguir viva y tranquila!”, fue la consigna que expusieron para dejar en evidencia los violentos ataques que sufrió la muchacha en tan sólo un mes.

No estás Sola: asistencia por violencia de género

Si estás pasando por una situación de violencia no tenés que quedarte en tu casa por la cuarentena, tanto la víctima como el círculo de confianza pueden llamar a la línea gratuita 144 o descargar la aplicación gratuita para celulares en la tienda de aplicaciones o haciendo click aquí

En Rosario podés comunicarte al 0800 444 0420 o escribir a la línea de Whatsapp 341 5781509.

En Santa Fe capital: podés llamar al 0800 777 5000.

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