En el juicio que se lleva adelante por la desaparición de Paula Perassi declaró el antropólogo Juan Nóbile miembro del reconocido Equipo Antropológico Forense que tuvo algunas intervenciones en la causa. El Equipo trabajó en una cava que se encuentra entre la localidad de Puerto General San Martín y en Timbúes, dónde buscaron restos óseos de Paula, en lo que se convirtió en un relleno sanitario. También en una casa de Timbúes que habitó Mirta Ruñisky varios años después del hecho y en el pueblo de Aldao con resultados negativos. El antropólogo dijo que el equipo actúa cuando hay una presunción que la persona desaparecida está muerta y explicó que para lograr una desaparición tiene que haber una estructura y en los casos en los que ellos intervienen esas estructuras son policiales.
El Equipo Antropológico Argentino trabaja actualmente en 50 países y ha tenido intervenciones en Latinoamérica, Centroamérica, Asia, África. Explicó que llegan a hacer su labor a países donde diferentes conflictos dejaron como resultado personas desaparecidas. Básicamente la tarea del Equipo tiene que ver con un principio humanitario.
“La desaparición la consideramos una tragedia y todas las culturas, para elaborar un duelo necesitan certezas, saber una verdad y el cuerpo es un elemento fundamental para hacer el duelo”, explicó. Llegaron a la causa Perassi convocados por el Tribunal de San Lorenzo por una denuncia que decía que Paula podía estar en una cava entre Timbúes y Puerto General San Martín.
«Escuché que el cuerpo de Perassi se lo dio a los chanchos», dijo un testigo
Explicó que trabajaron en otros casos similares de desapariciones en tiempo de democracia, como el de Daniel Solano, Marita Verón, Sergio Agüero, Natalia Acosta, Luciano Arruga, Paula Perassi y lo hacen cuando hay una ventana de tiempo que les hace presumir que la persona está muerta, donde buscan esencialmente restos esqueletales. Dijo que en los 35 años que funciona el equipo aprendieron que “para lograr una desaparición se requiere un cierto tipo de estructura”.
Explicó que la palabra desaparecido en Argentina comienza a tener una utilización permanente con la dictadura militar y para empezar a desarrollarse como equipo partieron de que la desaparición requiere un plan sistemático. En los casos de dictadura se necesitaba un plan, un espacio de reclusión y estrategia para hacer desaparecer los cuerpos.
Y en los casos de desapariciones recientes vinculados a la democracia también parten de la misma hipótesis: hay determinado tipo de estructura que genera la desaparición. En los que ellos trabajan las estructuras generalmente tiene que ver con las fuerzas de seguridad nacionales o provinciales En el caso concreto de Paula, pensar que una chica de clase media, de San Lorenzo, institucionalizada, con 33 años, dos hijos, no puede desaparecer un domingo del centro de San Lorenzo sin dejar rastros si no hay una estructura que genere esta condición de desaparecida, dijo.
«Para lograr una desaparición partimos de la base que se necesita una estructura que puede ser policial, judicial, vinculada a determinado tipo de poder económico también, pero se requiere un tipo de accionar que genere este tipo de situaciones, que no se tenga de la persona ningún tipo de elemento físico nunca más».
La cava
El antropólogo contó que al abordar una excavación hay dos circunstancias que se toman en cuenta y una estrategia metodológica. Por una lado la cuestión técnica de la excavación: dónde, por cuanto tiempo, que cantidad de tierra remover y por otra la parte etnográfica que tiene que ver con la construcción social que se hace de este tipo de hechos. ”Nosotros paralelamente a la excavación hacemos entrevistas que generan una construcción social de lo que está pasando en el caso”, dijo.
En las cercanías de la cava que tenía cien metros por cien y catorce de profundidad, se tiraba basura sin control. Ya se habían hecho pericias en un horno de ladrillos. Las entrevistas que hicieron indicaban que la gente daba por entendido que Paula estaba muerta.
Respecto a las posibilidades de lo que pasó con su cuerpo, que éste fue quemado en una empresa de la zona, en un horno de ladrillos, en la isla, explicó. “Salía la idea de la quema del cuerpo, son construcciones sociales que no juzgamos si son verdaderas o falsas, es lo que entiende un conjunto de la sociedad sobre el caso”, dijo.
En cuanto a cómo operan las estructuras de seguridad en una desaparición, el antropólogo explico que generalmente lo que hay es la no investigación del caso. La falta de seguimiento es una constante. Todo comienza con dudar de la persona desaparecida y su familia y estas dudas iniciales general un campo. En el caso Solano se dudó de él, primero se pensó que había tomado un colectivo y se tardó en eso y ya pasaron 11 años y no hay noticias. Generalmente se pone la duda sobre el atributo moral de la persona desaparecida y su familia.
No darle entidad, que quede todo en el aire es típico de la estructura de desaparición. Hace 7 años que no hay un solo rastro ni signo de vida de Paula Perassi. Es una desaparición. Para el antropólogo las teorías de un suicidio o una trata de personas no cierra con el caso de paula Perassi y explicó que una persona sola, sin una estructura económica un poco fuerte no puede hacer desaparecer a nadie. Una desaparición necesita estructura y ello requiere recursos económicos.
En cuanto a los resultados de las intervenciones dijo que en la cava dio resultado negativo también en una casa en Timbúes dónde vivió la mujer acusada de practicar el aborto. Dijo que acompañaron a fuerzas federales que iban a buscar rastros, pero que al momento que se hizo la medida ya habían pasado varios años y era una escuela para chicos discapacitados. Era muy difícil que existiera un rastro de un cuerpo, no había tierra ni modificaciones de pisos y agregó que mientras más tiempo pasa más dificultosa es la búsqueda. Sumo que la construcción social sostenía que era la casa de una abortera.
Concluyó que el trabajo que realizan es humanitario, la búsqueda termina cuando se encuentra los restos, se puede identificar y restituir a las familias. El hecho de saber la verdad del cuerpo y tener los restos para elaborar el duelo es esencial nuestro trabajo independientemente de la causa judicial, explicó.
La declaración del policía Gabriel Godoy
El viernes declaró un taxista en la causa que se acercó a Alberto Perassi para acompañar su lucha. Dijo que después de un amedrentamiento que Perassi sufrió en su casa recibió un ataúd hecho con una caja de cartón que decía «sos el próximo Perassi» y radicó una denuncia tras sospechar que las letras del mensaje que le dejaron se asemejaban a la caligrafía de unas pancartas que se usaron en una movilización que llevaron adelante familiares de Godoy, según publicó diario Síntesis de San Lorenzo.
Este lunes el acusado decidió declarar. Dijo que el taxista que su familia lo había amenazado. Aseguró que se hicieron actuaciones en el juzgado de menores dónde se la imputó a su hija y 7 de febrero 2018 se dicto un sobreseimiento. A lo que agregó que su hermana también fue imputada, se hizo una pericia caligráfica y dio negativa. Explico que la causa fue archivada.