Dos sacerdotes y un jardinero conocerán este mediodía la sentencia del juicio celebrado en Mendoza en el que son acusados de abusos sexuales a niños sordomudos o hipoacúsicos en el Instituto Próvolo.
Los curas Horacio Corbacho y Nicola Corradi, además del jardinero Armando Gómez, podrían recibir penas de entre 10 y 50 años de prisión como acusados de «abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores».
Crobacho, de 59 años; Corradi, de 83 y nacionalidad italiana, y Gómez, de 57, están acusados de haber cometido los abusos en centros educativos de La Plata y Mendoza gestionados por el Instituto Próvolo.
Corbacho está imputado por 16 hechos, mientras que a Corradi lo acusan por seis y a Gómez por otros seis, en una causa que tiene una decena de víctimas, que tenían entre 4 y 17 años de edad.