Una mujer y su madre comenzaron a ser juzgadas hoy bajo acusación de haber asesinado de 64 puñaladas a un empresario con el que la primera mantenía una relación y que les había prestado dinero que no pudieron devolverle. Las acusadas son Virginia Carolina Saguer (39) y su madre, Alicia Fernández (61), quienes enfrentarán un juicio oral por el homicidio agravado por ensañamiento y codicia de Diego Raúl Sarjanovic (44), por el que pueden recibir perpetua.
Ambas están detenidas desde hace dos años por el asesinato de Sarjanovic, quien era gerente comercial de la firma MC Catering y fue asesinado en los primeros días de septiembre de 2015. Según la investigación, el gerente perdió contacto con su esposa y sus conocidos el 4 de septiembre de ese año, luego de realizar una operación bancaria, y su cadáver apuñalado apareció tres días más tarde en un departamento de Moreno y Urquiza, que alquilaba Fernández.
La autopsia determinó que el empresario fue atacado de 64 puñaladas y que “estuvo con vida” hasta recibir la última.
La investigación del fiscal Miguel Moreno determinó que Saguer –que había trabajado con la víctima en MC Catering en años anteriores–, mantenía una relación sentimental con Sarjanovic y una deuda dineraria. Sin embargo, la mujer siempre negó el vínculo amoroso en sus declaraciones.
La teoría de la Fiscalía es que madre e hija decidieron asesinar a Sarjanovic ante la imposibilidad de devolverle el dinero que les había prestado y que habían empleado para un emprendimiento textil.
“Se hizo una pericia contable para tratar de acreditar el dinero adeudado, eran más de trescientos mil pesos”, dijo el abogado Fausto Yrure, querellante en el juicio en representación de la familia Sarjanovic.
De acuerdo con la investigación, el gerente realizaba inversiones y prestaba dinero –propio y de terceros– a varias personas, entre ellas a Seguer.
Según los testimonios recogidos durante la instrucción, Sarjanovic comenzó a atravesar problemas al no poder reintegrar dinero por la deuda que Saguer mantenía con él, lo que lo llevó a buscar otras fuentes de financiamiento “para tapar los agujeros”, dijo Yrure.
Fuentes de la investigación revelaron que el gerente llegó a pedir hasta un millón de pesos a las personas con las que realizaba operaciones financieras que, de acuerdo con el fiscal, no quedaban registradas formalmente. En el juicio desfilarán 60 testigos, entre forenses, policías que estuvieron en la escena del crimen y vecinos del edificio de Moreno 511, donde fue encontrado el cadáver el 7 de septiembre de 2015.
Entre los testimonios se espera el de la empleada de un bar, que la mañana del crimen vio a Seguer en el local mientras desayunaba. También declararán vecinos que recuerdan un exagerado olor a desodorante que emanaba del departamento alquilado por Fernández, donde se halló el cuerpo. Entre las pruebas que se ofrecerán en el debate se encuentran los mensajes de texto intercambiados entre madre e hija tras e asesinato, que dan cuenta de lo sucedido, explicó Yrure.
