A seis meses de la desaparición de Walter Serra, desde el entorno familiar salieron ayer a relacionar el hecho con la venta de cereal y de dólares en negro, y apuntaron públicamente contra un empresario para el cual, según esas fuentes, trabajaba el hombre de quien hasta hoy no se conoce su paradero. En diálogo con este medio, Paula, su hermana, dijo que Walter llevaba la contabilidad y hacía depósitos de dinero de las cuentas ilegales de una persona a quien no identificó –aunque fuentes judiciales dijeron que se trata de Gastón C.–, sobre quien pidieron se profundice la investigación judicial, que tiene expedientes abiertos tanto en los tribunales provincial como federal.
Fuentes judiciales consultadas por este medio señalaron que la causa por la misteriosa desaparición de Walter Serra, de 39 años, casi no ha mostrado avances en las últimas semanas. Al muchacho no se lo vio más desde el pasado 24 de octubre, cuando circulaba por la zona céntrica de la ciudad.
Ayer, a seis meses de su desaparición, desde el entorno familiar de Serra volvieron a cuestionar a quienes deben investigar y llevan adelante la causa judicial. La hermana, Paula, sostuvo que la Policía “sabe” dónde está Walter y que “el juez también lo debe saber, pero no investiga”. El expediente está a cargo del juez de Instrucción 11ª, Hernán Postma, quien tiene colaboración de la sección Seguridad Personal de la Policía local y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). El magistrado asignó un psicólogo para la contención de la familia.
Lo más relevante de los dichos que ayer produjeron sus familiares tiene que ver con la divulgación de las actividades ilegales que desarrollaba Walter. Paula señaló ayer que su hermano “vendía dólares pero a amigos y a la familia”. “No hacía deliveries, no se paraba en calle Córdoba”, aclaró rápido. Agregó que era encargado “trabajando en negro” en el bar ubicado en la esquina de Córdoba y Alvear. Y explicó que le llevaba la contabilidad a un empresario que, según ella, comercializa cereal en negro: “No era su socio; era su chico de los mandados”.
Aunque no lo identificó, la mujer centró ayer sus sospechas en torno de este empresario: “Si esta persona no tuviese que ver no se tendría que haber borrado. Traté de llamarlo pero apagó el teléfono, no se acercó más a la familia”, observó. “Si viéramos interés en esa persona por buscar a mi hermano revertiría la situación, pero con esta actitud… Si quedamos en tomar un café, nos deja plantadas, nos apaga el teléfono, por algo se oculta tanto”, agregó.
Paula manifestó además que Walter conocía a este empresario desde “hacía años” y que ella misma había trabajado para él haciendo tareas domésticas. “Yo escuché conversaciones y vi papeles. Sé lo que puede aportar”, insistió.
En tanto, el abogado de la familia Serra, Carlos Varela, apuntó que la estrategia judicial va en ese sentido. De allí que las declaraciones de Paula ayer no hayan sido casuales. Ante la consulta de El Ciudadano, el letrado señaló que se debería seguir investigando sobre esta hipótesis con el fin de que se “profundice del todo o descarte del todo”.
Fuentes judiciales, en diálogo con este medio, señalaron que en las últimas semanas no ha habido mayores avances en la causa judicial. Un vocero del caso señaló que Serra se incorporó ya a la lista de personas buscadas nivel mundial por Interpol. A la par, aclaró que la persona apuntada por Paula ya prestó declaración judicial en el tribunal provincial y sus actividades están bajo investigación. Sin embargo, hasta ahora, no se han encontrado evidencias de alguna ilegalidad.
Las mismas fuentes señalaron que se hizo un peritaje sobre una computadora perteneciente a Walter Serra y que, por eso, ya se había establecido que quien hoy está desaparecido “llevaba cuentas de la compra de cereal y divisas en forma ilegal, pero no surge quién es el responsable de esas cuentas”.
Estas medidas judiciales ya habían dado origen a una nueva causa: Postma envió en el mes de marzo una copia del expediente a la Justicia federal a fin de que se analice precisamente las operaciones económicas que pueden estar detrás de su desaparición. Lo que se investiga es una presunta infracción a la ley penal tributaria y a la ley cambiaria. O sea, lavado de dinero.
Historia de una desaparición
Serra fue visto por última vez en el mediodía del 24 de octubre pasado, luego de dejar a su esposa e hija en Córdoba y España. Al día siguiente, su moto Honda Elite apareció en Jujuy al 1700. Un rastrillaje con perros adiestrados siguió su rastro hasta el cordón de la vereda y lo perdió, indicio de que pudo subir a un vehículo. Lo cierto es que lo único que se pudo confirmar hasta ahora fue que, tras dejar a su familia, el hombre se dirigió a la casa de cambio Rosental (Córdoba 1441). Se presume que ese día Serra había retirado del lugar 20 mil dólares.