El jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), Néstor Roncaglia, brindó una conferencia de prensa en la Delegación Rosario de 9 de Julio al 200, donde dio detalles de los operativos que derivaron en la detención de ocho personas, la incautación de unos 16 kilos de cocaína y el secuestro de poco más de 11 millones de pesos, entre moneda argentina y estadounidense. El comisario también se refirió a la situación de la suboficial ayudante Roxana González, testigo protegida en la causa que investiga al ex jefe de la sede de PFA en la ciudad de Santa Fe, Mariano Valdés, quien está detenido luego de una oscura balacera en la que terminó herido en septiembre pasado y donde se le secuestró un bolso que arrojó rastros de metanfetaminas, lo que terminó con más policías de esa repartición presos o pasados a disponibilidad. “Lo que quiero decir es que a la testigo, una suboficial de nuestra fuerza, nunca se la intimidó. Nunca”, aclaró el jefe de la Policía Federal en referencia a las versiones oficiales que surgieron por la visita que recibió en su casa la suboficial de personal de las fuerzas federales tras su primera declaración en la Justicia provincial.
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“La testigo Roxana, no quiero explayarme por respeto porque está interviniendo la Justicia. Lo que quiero decir e insisto, nunca se la intimidó, nunca. Ya lo he declarado y lo he escrito, ni de mí, ni de parte de mi personal. Lo que hicimos fue un acercamiento, que a lo mejor se interpretó como una intimidación, pero no fue así”, agregó Roncaglia y explicó: “Nuestro personal, entre los que estaban un psiquiatra y un psicólogo, se presentó porque lo que se le quería brindar era un apoyo psicológico por la situación traumática, por el hecho violento que vivió”.
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El jefe de fuerza federal detalló que como en un principio pensaron que el hecho había ocurrido como lo habían expresado tanto Valdés y como la suboficial decidieron brindarle el apoyo psicológico como se hace al personal que interviene en hechos violentos. “Una mujer que fue tiroteada y se tiroteó, que hirieron a su compañero en un hecho grave necesita un acercamiento, el cual fue solamente para apoyarla y protegerla. Luego interpretaron que era un apriete, una intimidación, nada que ver. La Policía Federal no hace eso. Hoy está en una situación de pasividad o disponibilidad, solamente para que la Justicia pueda hacer su trabajo y esclarecer los hechos como ocurrieron. Nosotros hicimos un paso al costado para que intervenga la Justicia”, cerró.
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Roncaglia dijo también que al hoy encarcelado Valdés no lo conocía en persona pero sí había tenido muy buenas referencias como jefe. “Lo que quiero dejar en claro es que vamos a luchar contra el delito, corresponde que se le aplique todo el peso de la ley sea funcionario público, policía o político, porque nos corresponde una obligación mayor de no involucrarnos en este comercio”, dijo el jefe de PFA y se refirió al caso de Marcelo Lepwalts, antecesor de Valdés como jefe de la Delegación Santa Fe, que también está preso, en su caso por favorecer a un sindicado narco y por tener 88 bochitas de cocaína en el baño de la dependencia: “En persona y con el superintendente de Asuntos Internos nos pusimos a las órdenes de la Fiscalía y del juez, hicimos un allanamiento y detuvimos al personal. Para nosotros dejaron de ser policías. El policía viste el uniforme y lucha contra el tráfico; cuando se involucra pasa a la otra vereda, a ser un delincuente. Lo que pasó con Valdés es que lo está investigando la Justicia y nosotros siempre pusimos todo a disposición de la Justicia, no tapamos nada”.
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