Por Academia de formación de cuadros del movimiento nacional
La decisión del Gobierno Nacional de intervenir al grupo agroalimentario Vicentin abre una enorme oportunidad para el movimiento nacional, de construir de una vez por todas una estructura productiva agropecuaria y agro alimentaria integrada, que se proponga marcar el rumbo de una política de defensa de la soberanía nacional, que garantice el control de recursos estratégicos, así como la presencia del Estado y las organizaciones libres del pueblo en ámbitos que hacen al futuro soberano de la Patria, como son nuestros mares, nuestros ríos, nuestros puertos y la participación activa en un mercado esencial como es el comercio de granos, para construir un desarrollo productivo con eje en las comunidades y en la familia argentina, en contraposición a los proyectos sostenidos por el poder económico financiero mundial.
Hace años venimos empeñados en la tarea de forjar orgánicas populares en todos los territorios y comunidades de la Patria y sostenemos la imperiosa necesidad de enriquecer y fortalecer el aparato productivo con participación del pueblo organizado, propiciando una amplia convocatoria a re poblar la Argentina y terminar con el modelo extractivista y financiero de concentración económica y poblacional.
El rol del productor agropecuario y de la inmensa red de PyMES industriales de base agropecuaria que producen alimentos, actores principales de una verdadera epopeya por realizar, debe ser puesto en el centro de la toma de decisiones políticas de nuestro movimiento. Tal cosa no puede realizarse sin una toma de posición fuerte y decidida del poder popular en el comercio internacional de granos. Tal como se viene presentando hasta hoy, un comercio internacional protagonizado por grupos extranjeros y del sistema financiero, mal puede propiciar un modelo agropecuario humano, cuidando además nuestra casa común, como propone el Papa Francisco.
Celebramos la iniciativa del gobierno que, con la intervención de Vicentin, además impide que grupos extranjeros se apropien del grupo, consoliden la estafa a los productores y magnifiquen el problema de concentración y extranjerización. Insistimos en la importancia de que el gobierno implemente mecanismos de participación de productores, cooperativas, trabajadores y organizaciones libres del pueblo en la administración y gestión del grupo, para dar mayor protagonismo y posibilidades a los verdaderos actores del arraigo rural. Un actor como Vicentin, en manos de una administración estatal inteligente, profesional y orientada por objetivos estratégico político que defiendan el interés nacional, puede ser una enorme oportunidad para defender nuestra soberanía, logrando lo que el General Perón reflejaba de manera tan clara con aquello de que alguna vez las “mangueras dejen de chorrear para afuera y se pongan a chorrear para adentro”.