A tres años del crimen de Maximiliano Zamudio, el adolescente de 16 años asesinado de tres disparos en manos de un prefecto en la puerta de su casa de barrio Tablada, la Multisectorial contra la Violencia Institucional emitió este domingo un comunicado para exigir Justicia. En el texto relatan que Maxi fue ejecutado de tres balazos que disparó el prefecto Ariel Condori Apaza con un arma que no era la reglamentaria, el 27 de mayo de 2015 en la puerta de la casa del menor.
El prefecto argumentó que actuó en defensa propia en una situación de robo, relato que sostuvo el Ministerio Público Fiscal, que nunca ordenó la detención del tirador. Sin embargo, su declaración fue desmentido por familiares de Maximiliano y testigos presenciales del hecho, quienes aseguraron que el menor estaba solo y desarmado.
El primer fiscal de la Unidad de Homicidios que investigó el caso fue Miguel Moreno, quien intentó archivar la causa y fue apartado de la investigación, entre otras cosas por ordenar escuchas en los teléfonos de los familiares de la víctima. El segundo fiscal interviniente, Rafael Coria, ex Fiscal de la Unidad de Homicidios, dispuso nuevamente el archivo de la investigación al considerar que el prefecto había actuado en legítima defensa.
La querella discrepó con la valoración de la Fiscalía tras sostener que hay evidencia que prueba que Codori mintió en su testimonio que no fue valorada en las resoluciones de los fiscales para archivar la causa que tiene a un uniformado sindicado de matar. También aduce que el fiscal ordenó archivar la pesquisa aún estando pendientes la producción de elementos de prueba y solicitó que se continúe investigando.